Secret Wars
¿Dónde están las hormigas rojas?
Cuando era crío la mayoría de los juegos en el barrio o en el colegio se disputaban sobre (o entre) la arena. Durante aquellos años de relación directa con el suelo de nuestro planeta yo veía las hormigas ir y venir. Algunas tenían alas, otras no, otras eran cabezonas a más no poder, otras no, unas eran negras... otras no. Aún las hay con alas y las hay cabezonas pero ¿Y las rojas? ¿Dónde están las hormigas rojas? Eran tantas como las negras y... ¡Ya no están! Lo digo en serio, las he buscado insistentemente en varias ocasiones, pero no ha habido resultados positivos. Asumámoslo, nos han dejado. Todo el mundo sabe que las negras son de Dios y las rojas son del Demonio. “A esas sí puedes pisarlas, que son del demonio” se decía continuamente en los patios de cualquier colegio.
Parece que finalmente las hormigas de Dios, y los pisotones de miles de niños que creen que Dios nos pide que matemos por él (¿De dónde habrán sacado esas ideas los chiquillos) han acabado con las hormigas rojas.
Si por un casual ves alguna, no la pises.
Dale un pipa.