Sólo sé que sigo sin saber nada

miércoles, diciembre 27, 2006

:-D

Como estamos a punto de acabar el año quiero hacer un post sobre ortografía.
(Ya vale de que en los últimos días del año todas las conversaciones casuales traten de la navidad)

Cuando digo que quiero hablar de ortografía quiero decir, antes de que me salten al cuello, que soy consciente de que cometo muchísimas faltas de ortografía, lo que es vergonzoso en alguien que se gana la vida escribiendo. En lo que sí cumplo el estereotipo que se le supone a un guionista es en cierta escrupulosidad hacia los mensajes comprimidos. Reconozco que de cuando en cuando caigo en la tentación de escribir los “que” como una “k”, pro n yego al strem d tros k lo pnen tdo com x movil.

Pero aunque creo que la compresión de palabras y las faltas de ortografía son algo negativo... creo que ha habido un invento espontáneo, interesante e incluso positivo: Los emoticonos.

A mi ya me cuesta escribir sin emoticonos.
Por si queda alguien en la tierra que pueda leer blogs y no saber lo que es un emoticono...


Eso son emoticonos.

Y en ocasiones pienso... ¿Sería tan terrible que los emoticonos pasasen a formar parte del lenguaje escrito habitual? Como guionista muchas veces tengo que poner acotaciones delante de las frases para que se entienda la intención, y un emoticono muchas veces podría hacer esa función. ¿Realmente es tan diferente un emoticono de un signo de puntuación o de interrogación? A fin de cuenta cumplen la misma función.

¡Ha dicho que iba a matarte!
¿Ha dicho que iba a matarte?
Ha dicho que iba a matarte :-P

Si los emoticonos fueran otro símbolo tipo ╩ (Por ejemplo) tendrían como más prestigio. Pero claro, poner una carita sacando la lengua... no parece muy serio. En cualquier caso de este tipo de corrientes se nutre el código y yo vaticino (tacháaan -qué épico me ha quedado-) que estamos ante un rasgo de nuestro lenguaje escrito que ya no desaparecerá.

¡He dicho!

El blog de Dani enseña, el blog de Dani entretiene, y yo te digo contento... ¡Hasta la semana que viene! :-P

¿¿Lo veis?? ¡Funciona!

sábado, diciembre 23, 2006

Feliz... "Vete Al Infierno"

Pues que estoy yo a estas alturas del año y... ¡no tengo plan para nochevieja!

Las opciones serian:

  1. Ir de marcha por ahí con amigos y pagar cada copa a 30 euros (Sí, sé que soy un tacaño, pero es que tampoco me mola que me tomen el pelo)
  2. Ir a algún cotillón de estos de ir con americana y zapatos para soplar un matasuegras en alguna discoteca. "¡Me aburrooo!" Y además también es caro :-P
  3. Ir a una fiesta en casa de algún amigo. ¡Ya ves! Música horrible y un montón de gente sentadas en sillas mirándose a los ojos mientras sujetan un vaso.
Y es que las fiestas que hace la gente por lo general son aburridas. ¿Porqué? Porque deberían dar opción a hacer más cosas. Quien quiera sujetar el vaso perfecto, pero los que necesitamos algo más para divertirnos deberíamos tener opción a hacer otras cosas. Por eso he pensado que me gustaría hacer este año una fiesta en mi casa (Halaaaa ¿En Leganés?? Pero si eso está a más de 20 minutos del centro en coche!!!) Pues sí, ya lo sé. Pero no tengo otra.

Si la hiciera pondría buena música, habría bebida, actividades (Para quien quiera, claro) tales como pequeños concursos, juegos, competición de Guitar Hero para novatos, Karaoke, fotos memorables y ese tipo de cosas.

De venir podéis venir acompañados. (Especialmente si venís con alguna amiga rica y soltera que no pudo ir a recoger su diploma de “Modelo del año” porque iba a salir su avión a Kenia, donde iba a ayudar en tareas humanitarias al tiempo que hacía un reportaje fotográfico para el National Geographic revista con la que, pese a sus 27 años de edad, ganó el Pulitzer hace un año o dos) O bastará con que sea alguien simpático a quien le guste divertirse.

Yo lo dejo ahí. Por lo pronto ya se han apuntado un par de personas. Es un comienzo. ¡Y las entradas son limitadas!

Así además mato dos pajaros de un tiro porque... no pienso hacer fiesta de inauguración de la casa. ¡Si os lo perdéis es cosa vuestra!

Ah, y para acabar de convenceros... en mi fiesta (Cortesía del ARMA-X) habrá música tan buena como esta. ¡A Bailar!

miércoles, diciembre 20, 2006

Todo el día dibujando

Estoy intentando decorar la casa con dibujos de comics e ilustraciones. Llevaba tiempo pensando que me gustaria poner algún dibujo mio, pero ninguno de los que tengo me sirve (casi todos son bocetos arrugados con más de 10 años!) así que pensé que tenia que hacer algo nuevo.

No sabía qué dibujar, hasta que el otro día, viendo "La Mejor Juventud" con Isa y Rober (Película-serie que os recomiendo encarecidamente y que en la Fnac podéis encontrar por unos asombrosos 13 euros) vi un fotograma en la contraportada del DVD y... a ello!

Me gusta como ha quedado y quizá lo lleve a una tienda a imprimir. Aunque no es el dibujo que busco porque, a fin de cuentas, no es una imagen originla mia.

A ver si se me ocurre algo que salga de la nada para poner sobre el sofá.

martes, diciembre 19, 2006

Elena

Hay encuentros que parecen sacados de una película ñoña de Meg Ryan. Pero... esas cosas están divertidas.

El caso es que el otro día me senté en el tren justo delante de una chica cuya cara me sonaba bastante. El tren estaba casi vacío y de pronto ahí estábamos los dos, frente a frente. ¿Es ella; no es ella? Me decidí: “Perdona... ¿Tu te llamas Elena?” Ella me sonrió; “Sí. Y tú Daniel. Me estaba preguntando si serias tú”

El caso es que esta chica fue el “amor” de mi infancia. Íbamos juntos a clase y yo pasé cuatro años, de 3º de EGB a 6º –ambos inclusive- suspirando por esa chica. (Y os aseguro que a esa edad cuatro años suspirando son una vida)

Esa tarde –del sábado pasado- Elena y yo compartimos varias estaciones de tren y esperamos dos metros juntos. Fue divertido.

“Yo me acuerdo de que a ti y a mi, como nos apellidamos Sánchez los dos, nos sentaban juntos los profesores”; dijo ella “¡Que va! Tu y yo nunca nos sentamos juntos más allá del primer día de clase”; “¡Que sí!”; “Que no. Si nos hubiéramos sentado juntos lo sabría porque...” Y ahí vino la revelación tantos años callada. Ella rió y me dijo que no lo había notado. ¿Cómo hacerlo? Yo era incapaz de acercarme a ninguna chica que me gustase. Ventitantos años después y no he cambiado casi nada en ese aspecto.

Fue divertido. Elena mantiene la sonrisa, la piel pálida, las pecas y ese cierto aire de despreocupación. Nos despedimos, creo que con cierta reticencia por parte de los dos, como si nos faltase algo. “Bueno, pues ya... ¡Hasta dentro de otros 20 años!” ¿Estuvo mal no pedirle el teléfono? No sé. Por un lado me habría gustado, por otro... ¿quien sabe? A fin de cuentas lo importante es que durante años pensé “Tenía que haberle dicho a esa chica que me gustaba

Misión cumplida.

Me gustó verla y saber de ella.

Pienso en ese tiempo del colegio y... ¿Éramos tan diferentes a como somos hoy?
Yo creo que no.

viernes, diciembre 15, 2006

Prison Break

Prison Break es, para aquellos que no lo sepan, una de las series con más éxito internacional del momento. No es de extrañar, porque parte de una premisa genial: Un hombre se hace encarcelar a propósito para sacar a su hermano de una prisión. ¿Cómo va a hacerlo? Llevando los planos de la cárcel ocultos en un tatuaje que le cubre toda la espalda y el pecho.

¿A qué insigne guionista Americano se le puede haber ocurrido una idea tan brillante?
Yo creo que a uno que lee Mortadelo y Filemón.

Ojeando mis cómics me he encontrado con esto y se me han abierto los ojos como platos.



¡Ibañez es el verdadero maestro!!

Tonterias tontas

En Yonkis.com anuncian una web muy curiosa. Metes el día en que naciste y el año y así yo he averiguado por ejemplo que...

  • El momento de mi concepción debió rondar el 13 de Septiembre de 1975.
  • Nací en Sábado.
  • Soy Géminis.
  • Según el horóscopo chino nací en el año del Dragón.
  • He vivido (de momento) 963,385,556 segundos.
  • Comparto cumpleaños con Ken Follet y Kenny G
  • Mi edad equivale, en la vida de un perro, tener 4,3 años.

Que cosas.

Si os aburrís... esta es la web.

jueves, diciembre 14, 2006

Hoy os voy a llorar un poco.

Hay momentos en la vida en los que juegas y ganas, y hay momentos en los que juegas y pierdes. Yo, hoy... he perdido.

La verdad es que llevo perdiendo muchas veces con este piso. Ha sido una maldición detrás de otra. El yeso, el suelo, la electricidad, las ventanas, los obreros... todo ha presentado problemas. Por todo ha habido que luchar. No diré que la culpa no ha sido mía. La tengo, soy culpable, lo sé. Y eso, curiosamente, es lo único que me consuela. Que pienso en los males que se me vienen encima y me digo “Te lo mereces, por imbécil. A ver si de esta aprendes” y claro que he aprendido, aunque aún hay lecciones que volveré a suspender. Lo sé.

Todo este prólogo para decir que en la reunión de vecinos de hoy la comunidad en su totalidad ha amenazado con denunciarme si no tiro abajo una pared que, aunque está dentro de mi propiedad, priva de ventilación a una zona comunal. Lo curioso es que mi zona no es la única que está tapada, todo el mundo tiene esa ventana condenada con cartones y contrachapados, armarios y otros muebles, pero al ser de ladrillo... ¡Aaah! “Si pasa alguna vez una desgracia basta eso para que el seguro no pague” y si mi muro era de ladrillos ese ha sido el muro de su argumento. Inderribable. Ha dado igual todo. Me han devorado. He apelado al sentido común o al estético pero... “En el ayuntamiento dicen que eso no se puede hacer y si eso no se puede hacer... no hay más que discutir”

No hay más que discutir.

Luego, cuando ya he dejado de dar coletazos, las iras se han desatado hacia el trabajo de la señora de limpieza. Han abierto el cuarto en el que ella guarda los productos y la ponzoña con forma de mujer que vive debajo de mi ha ido mostrándolos uno por uno con la devoción de quien presenta la evidencia de un crimen ante un jurado “¡Fíjate! ¡3 botellas de estas que le compramos, y esta está casi sin usar!” El presidente ha comentado “Y de las tres te llevaste dos porque dijiste que si no ella la usaría en otros portales”; “¡Hombre! ¡Nos ha fastidiado!”

Veo a esa señora diminuta y de voz chillona, me doy cuenta de su miseria y ni siquiera me indigno o me enfado. Sólo siento que me invade una tristeza real. Una tristeza como hacía tiempo que no sentía, aunque la veía detrás de mi, intentando alcanzarme el paso. Con esta última tontería me alcanza y lo invade todo. Veo tristeza en mi, veo tristeza en esa mujer que vuelve a la carga llevando el puño en alto y dentro de una mopa poco usada, veo tristeza en todos los demás miembros de la tribu que asienten...

Y eso me hace desear escapar. Todo esto ha sido un error. Quisiera echar el cerrojo y marcharme. Volver a empezar. Viajar en el tiempo y hacer y deshacer tantas cosas que he hecho mal (Algunas de ellas más importantes que la compra de este puto piso) Pero no podemos deshacer lo hecho. Tenemos que seguir y mejorar. Somos el producto de lo vivido, somos el producto incluso de lo olvidado. Y no hay frase más inteligente que aquella de Machado:

“Todo pasa y todo queda”

Aunque también es bastante brillante esa que ponía hace poco en su MSN Javier De La Guardia (Al que desde aquí saludo)

“El vecino bueno... el vecino muerto”

¿Alguien conoce un fontanero y un albañil barato y de confianza?
Dios... de vuelta a las obras.

lunes, diciembre 11, 2006

Discutiendo con uno mismo.

El otro día discutí.
Ya ves que novedad.

La verdad es que no me acuerdo ni con quien discutí ni de qué. Sólo recuerdo que después, mientras montaba una librería en casa, repasaba mentalmente la discusión (Si de vez en cuando lo hago. Creo que es bueno para un guionista y además… ¿Qué quieres? Me aburro mucho) el caso es que de pronto me ocurrió eso que, creo yo, a todos nos ha pasado alguna vez: Pensé el argumento definitivo.

Ya sabes cómo es. Cuando se te ocurre de pronto una réplica a algo que te ha dicho tu “contrincante” y piensas “¡Toma! Si le hubiera dicho eso… Buah, eso le habría dejado planchado. ¡Porque eso es verdad! Y porque eso… ¿Qué podría contestar ante eso? ¡Nada! ¡Ante eso no habría podido decir nada!”

Felicidades acabas de ganar una discusión. Lástima que estés solo. Como el cerebro de Homer se decía a sí mismo en un capítulo “Ya ves, lo más ingenioso que has dicho en tu vida y no hay nadie cerca para escucharlo… ¡D´oh!”

Da rabia que esos argumentos definitivos sólo se ocurran en soledad. Tal vez sea porque, cuando tenemos a un ser pensante delante, a él sí se le ocurra como desmontarlo. Da igual, es algo que nunca sabremos. ¿Porqué? Porque los argumentos definitivos pocas veces se pueden poner en práctica. Por lo general se dan dos motivos que los condenan a ese limbo de las ideas: O ya pasó “el momento” de la discusión o, y esto es lo más habitual, aquel argumento definitivo es como un sueño que, aunque sabes que fue genial, ya no puedes recordar.

Y te reconcome ese pensamiento de… ¿Cómo era aquello que me daba toda la razón? ¿Cómo era?

A ver si resulta que no soy tan listo como me creo...

...

... ....

¡NAAAHH!!!


:-P

lunes, diciembre 04, 2006

Propositos de Año Nuevo

Sí, sé que es un poco pronto para hablar de los propósitos de año nuevo. Pero yo quiero hablar de los del año pasado, o al menos de los que me formulé (Hará unos 3 o 4 meses) para este año.

A recordar:

1) Ganar a Jacobo en el Maratón de NY.
2) Escribir una novelita antes del fin de año.

Pues señores, creo que ya estoy en disposición de aseguras que... ¡Prueba NO superada!

Ni gané a Jacobo corriendo -que se pimpla una cerveza en cada comida- ni he conseguido escribir nada serio. Una pena. Aunque, eso sí, he llegado a nivel 35 en el WarCraft. Me daré lo que queda de año de sabático y a ver si, para el mes que viene (Y año que viene) consigo hacer algo más productivo.

Os lo cuento como penitencia autoimpuesta. Me lo merezco.
Soy lo peor.

:-P

viernes, diciembre 01, 2006

Gracias

Vuelvo a casa después de un día agotador, son cerca de las 12 de la noche y el camino desde la estación es largo. Pero me siento bien.

Y es que me doy cuenta una vez más de que soy una persona afortunada. Quiero contar una cosa: Una vez, hace ya un par de años, fui en metro a visitar a mi hermana Cris, (la mayor) Su casa pilla lejos del metro, pero no me gustan los autobuses así que... me bajo en la estación y empiezo el camino a pata. Nada más salir de las escaleras automáticas veo en una farola una pegatina cuadrada, del tamaño de la palma de una mano. En ella hay una línea roja curva que simula una sonrisa enorme. Enmarcando la pegatina ponía algo como “¡¡Sonríe!! Verás que bien” a mi me funciona y echo a andar más contento. Por el camino me encuentro más variantes de la misma pegatina “¡Hoy estás guapísim@!” y otros mensajes por el estilo que no recuerdo ahora –ya digo que han pasado varios años- por toda la calle aparecían estas pegatinas, muchas a medio arrancar o avejentadas, pero fieles a esa filosofía tan sencilla de la sonrisa roja. Había una incluso en el portal de mi hermana. Llegué a su casa e iba a comentárselo cuando vi, junto a la impresora, varios “folios pegatina”, cada uno impreso con unas 8 pegatinas de ese tipo. Era ella quien las había impreso y las había pegado por ahí. ¿Porqué? Porque sí. Ella es así.

Pocas cosas me han hecho sentir tanta admiración por nadie.

Ayer mi hermana volvió a impresionarme con un trabajo increíble. Un cuento infantil en el que los “4 hermanos” somos los protagonistas. Un regalo ideal para el más pequeño, que ayer cumplió seis años y nos tiene a todos locos. Cris nos regaló otro ejemplar del libro (de páginas plastificadas) a Patricia y a mi. Para mi ese libro es todo un tesoro –tenéis que verlo porque es increíble-

Y eso me lleva también a pensar en toda la gente a la que veo últimamente desvivirse por los demás. Estoy presenciando muchos actos de auténtica generosidad desinteresada. No todos tienen relación conmigo, pero puedo ver gente preocupada por sus familiares, gente que intenta ayudar a un amigo que no está del todo bien, gente que pregunta por otra con cariño, gente que se reencuentra después de mucho tiempo y se dan unas palmadas sinceras, gente que deja una nota de amor de cuatro palabras sobre una encimera, gente que llega a tu casa para llenarla de plantas, gente que te dice “Te he comprado unos calzoncillos porque, como eres un desastre...”, gente que habla con total convicción de “Cuando nuestra hija sea mayor y te llame tío...”; gente con la que ya no importa discutir porque sabes que te quieren, gente que se echa de menos y llama por teléfono para “nada”, gente que hace un regalo sin excusa alguna, gente que se saluda con un abrazo un par de segundos más largo de lo imprescindible, gente que brinda y le dedica un recuerdo emocionado a aquellos que ya no están con nosotros...

Y así podriamos seguir durante mucho tiempo.

De algunos de estos actos sólo he sido espectador, pero eso también me hace también partícipe de la alegría que estas personas regalan.

Y esas cosas están ahí. Salen de la nada, sin pretensiones. Son el afecto, que toma forma más allá de regalos navideños o invitaciones forzadas. Queremos y somos queridos, todos y cada uno de nosotros. No lo olvides.

Y no dejes que los demás olviden que les quieres. Luego quizá, por los motivos que sea, no puedas decírselo. Y eso, te lo digo yo, es una tortura.

De todo se aprende. Si quieres a alguien: que se entere.

Ahora llega el fin de semana. Piensa en algo divertido con lo que despertar mañana a tu pareja (O con lo que sorprender a tus amigos) y verás como sólo con ese pensamiento... se pone en marcha la maquinaria.

Como muestra vale este mismo post, que no es "causa" de este movimiento, si no "consecuencia"

Un beso muy fuerte para todos!
Ea!!