Sólo sé que sigo sin saber nada

lunes, diciembre 11, 2006

Discutiendo con uno mismo.

El otro día discutí.
Ya ves que novedad.

La verdad es que no me acuerdo ni con quien discutí ni de qué. Sólo recuerdo que después, mientras montaba una librería en casa, repasaba mentalmente la discusión (Si de vez en cuando lo hago. Creo que es bueno para un guionista y además… ¿Qué quieres? Me aburro mucho) el caso es que de pronto me ocurrió eso que, creo yo, a todos nos ha pasado alguna vez: Pensé el argumento definitivo.

Ya sabes cómo es. Cuando se te ocurre de pronto una réplica a algo que te ha dicho tu “contrincante” y piensas “¡Toma! Si le hubiera dicho eso… Buah, eso le habría dejado planchado. ¡Porque eso es verdad! Y porque eso… ¿Qué podría contestar ante eso? ¡Nada! ¡Ante eso no habría podido decir nada!”

Felicidades acabas de ganar una discusión. Lástima que estés solo. Como el cerebro de Homer se decía a sí mismo en un capítulo “Ya ves, lo más ingenioso que has dicho en tu vida y no hay nadie cerca para escucharlo… ¡D´oh!”

Da rabia que esos argumentos definitivos sólo se ocurran en soledad. Tal vez sea porque, cuando tenemos a un ser pensante delante, a él sí se le ocurra como desmontarlo. Da igual, es algo que nunca sabremos. ¿Porqué? Porque los argumentos definitivos pocas veces se pueden poner en práctica. Por lo general se dan dos motivos que los condenan a ese limbo de las ideas: O ya pasó “el momento” de la discusión o, y esto es lo más habitual, aquel argumento definitivo es como un sueño que, aunque sabes que fue genial, ya no puedes recordar.

Y te reconcome ese pensamiento de… ¿Cómo era aquello que me daba toda la razón? ¿Cómo era?

A ver si resulta que no soy tan listo como me creo...

...

... ....

¡NAAAHH!!!


:-P

10 Comments:

  • Recordaba haber visto hace poco un libro de un filósofo en el que planteaba con mucha gracia argumentos para vencer en una discusión. Creía que el título era algo así, y he encontrado "42 argumentos infalibles para ganar en una discusión". Esto no es de un filósofo, es de un blog de una tal Bello Abril. Lo puedes encontrar en abril7.blogspot.com/2006/10/42argumentosinfaliblesparaganar.html

    Pero he insistido. Pensaba que era Schopenhauer, ¡y en efecto! El libro se titula "El arte de tener razón", y plantea 38 estratagemas para ganar en una discusión. (POr cierto, también del mismo autor tienes El arte de insultar y el arte de hacerse respetar).

    No obstante, no creo que necesites ninguna ayuda para ganar discusiones teniendo como tienes siempre la razón en tu mano (Eres una especie de Bilbo Bolsón de la razón... ¿o más bien un Golum?). Desde aquí, aprovecho para hacer público reconocimiento del hombre que esgrimió el mejor argumento jamás elaborado para demostrar tener la razón en el planteamiento de una trama para una serie. Esto os interesa particularmente a todos los guionistas. Allá va:

    "Lo vuestro no está mal... pero es comedia 7. Pero es que lo mío ¡es comedia 10!".

    Ante eso, ¿quién no se levanta el sombrero.

    Un abrazote.

    By Blogger Álvaro, at 8:41 p. m.  

  • Estás un poco puñetero últimamente ¿ein??

    Vaaaale lo reconozco, con aquella frase de "Lo que tu propones es comedia 7 y lo que yo propongo es comedia 10" cometí un error. Es un frase un tanto... exagerada. Lo admito.

    Lo que Blazquez proponia no llegaba a comedia 7 ni de coña!!!

    By Blogger El Autor, at 8:48 p. m.  

  • Por cierto. Javi Reguilón me enseñó una vez la técnica para ganar en cualquier discusión. ¡Ni Sopenjauer ni leches! 38 técnicas... ¡Vale con una!


    SEÑOR
    -Perdone, caballero. ¡Pero no debería haber atropellado a mi perro!
    NOSOTROS
    (Burlón) "Atropellado a mi perro, atropellado a mi perro!! Uyuyuy..."

    Técnica esta que alguien que conozco usa con maestria.

    :-D

    By Blogger El Autor, at 10:27 p. m.  

  • Los franceses (qué sabrán ellos) llaman a ese "ESO" del que hablas "L'esprit de l'escalier", que viene a significar "el espíritu de la escalera", todas esa cosas geniales e irrebatibles que ojalá hubieras dicho, pero que se te ocurren cuando ya te vas. Me gusta el nombre...

    PD. A mí siempre me pasa con Blazquez por sus malditas risas e imitaciones burlonas. Pero algún día... sí, algún día... :) Cuidaos y sed buenos

    By Anonymous Anónimo, at 2:34 a. m.  

  • Qué mítico fue aquel "comedia 10"... Me gustaría recordar los dos chistes a los que se refiere la anécdota. Para saber dónde radican esos tres puntos de diferencia, más que nada... jeje. Dani, siento echar más sal, pero es que estuviste "sembrao", macho.

    By Anonymous Anónimo, at 2:36 a. m.  

  • Pues yo creo que el problema es que a veces cuando discutimos "nos calentamos" demasiado y decimos lo primero que nos viene a la cabeza, sin pensar, y claro, si hubiesemos pensado antes de abrir la boca, habríamos demostrado que, efectivamente, la razón está de nuestra parte. Además, depende de la persona con la que discutes, porque hay gente que tiene una capacidad de dar la vuelta a la tortilla...acabas discutiendo por todo menos por lo que realmente deberías. A estas personas hay que dejarlas hablar, y cuando terminan, volver al tema por el cual ha salido la discursión. ¿Por qué desvían el tema a discutir? Porque saben que no llevan razón.
    De todas maneras, si has sido capaz de argumentar todo lo que piensas, y la otra persona no da su brazo a torcer, qué más da. Que has ganado la discursión, pues muy bien, tómate una cerveza a mi salud. Yo sé que llevo razón, y punto. :D
    P.D.: no sé de qué va lo de la comedia, pero si tú dices que la tuya era mejor, seguro que lo era.

    By Blogger Irentxu, at 1:35 p. m.  

  • Irentxu (que, por cierto es mi fantástica prima a la que tengo que llamar en breve para que me de una estupenda noticia) no hagas caso a Txopsuey!!

    Txopsuey es quien más sufre al ver como desarmo sus argumentos, y claro... ¡Más a mi favor!!

    :-D

    By Blogger El Autor, at 2:08 p. m.  

  • Un chiste sobre cómo desarmar a tu adversario.

    Se encuentran dos antiguos conocidos. Uno va a saludar al otro, pero éste le para: "A mí no me saludes, que no quiero que me vean hablando contigo. Parece mentira, con la familia que tienes: tu padre que ha hecho un desfalco en el banco y se ha fugado, tu madre alcohólica, tu hermana puta, tu otro hermano drogadicto...". El otro se queda bastante jodido y quiere reaccionar, pero no encuentra con qué argumento contraatacar, así que titubea e improvisa: "¿Y tú... con esas gafas?".

    Supongo que cuando llegara a casa se le ocurriría algo más brillante.

    De todas formas, Dani, no te preocupes. Yo creo que tienes facilidad para defender tus tesis en el mismo momento de la discusión con todos los argumentos posibles... Lo que pasa es que, a veces, todos esos argumentos son uno y el mismo, aunque a distinto volumen de voz. Y que, cuando no tienes razón, no la tienes.

    By Blogger Álvaro, at 6:12 p. m.  

  • Ja ja, no te preocupes Dani, no hago caso de lo que dice la gente que no conozco :D. De todas maneras, Txopsuey es curioso. El tono que tengo que imaginar es de burla ¿no? :D :D :D - Discutir conmigo así no podrías, pero me harias reir!Gracias majete.

    By Blogger Irentxu, at 10:02 a. m.  

  • Me hicieron reir mucho, con los comentarios, desde luego, el chiste de las gafas es genial. Yo hago eso cuando me taro mal, je!

    Tengo algo que tal vez sirve para seguir divagando con el tema.

    Me parece que el problema cuando alguien discute con nosotros es de actitud. Si la persona es agresiva por ejemplo es mas probable que "nos saque de nuestras casillas" y todas nuestras geniales estructuras mentales se tambaleen como si nada. ¿Verdad? Y allí estamos fritos, decimos lo primero que nos viene a la mente y como sugiere Irentxu olvidamos "el argumento perfecto" que hubiera dado todo vuelta a nuestro favor.

    Por eso lo más importante para ganar una discusión no está tanto en lo que se dice sino en cómo se lo dice. Ya ven que como cuenta Daniel la estrategia que le funciona al tal Javi Reguilón (¿Qué tal? ¿Cómo le va? El gusto es suyo, desde luego...) es la burla.

    La actitud es la que gana, no el argumento.Entonces si el tema es salir victorioso hay que estudiar al otro, desde lo gestual hasta lo lingüistico, observarlo mientras habla, observarse uno mismo también y mantener la superioridad.
    El cómo del otro nos marca el cómo nuestro, pero si el estado es de calma y atención. ¿El otro se saca? ¡Bien! Que nuestra tranquilidad lo saque aún más y que el error sea suyo...

    Ahora me pregunto: ¿La idea era llegar a la verdad de la cosa? Porque si el objetivo tenía relación con LO VERDADERO, todo lo anterior es pura basura de rivales en lucha de fuerzas, y quién sea que obtenga el título vencedor puede que no haya ganado absolutamente nada.

    A veces imponer una idea es un costo altísimo...

    Por eso: no lean esas "42 infalibles" que yo misma publiqué en mi Blog para mis propios enemigos. Ni las 38 de Schopenhauer, que habrá escrito para alimentar a los suyos, je.

    Lean "El Tao de los lideres". Ese sí que es infalible en ambos casos.

    Besos...

    By Blogger Abril Lech, at 8:17 a. m.  

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