Sólo sé que sigo sin saber nada

lunes, marzo 15, 2010

Conclusión

Pues sí, pues sí.
Con este post vengo a certificar lo que tú y yo sabíamos: que el blog se ha acabado.

Con el pasar de los años y ejercitando mi filosofía de andar por casa, he llegado a la conclusión de que sólo hay una frase que resuma la vida mejor que esa de “Sólo sé que no sé nada” y es aquella que dejó escrita Antonio Machado y que -tan bien- versionó y cantó Joan Manuel Serrat:

“Todo pasa y todo queda”

Quizá por eso, porque creo en esa frase a pies juntillas, me es difícil ponerme triste al cerrar esta etapa. Este blog pasa… pero queda.
Al menos para mi. Claro.

Seguiremos en contacto aunque sea por medio más fríos y artificiales como Facebook o incluso (dios me libre) viéndonos en un bar.

Gracias infinitas a todos los que os habéis pasado por aquí.
Se os quiere!





miércoles, febrero 17, 2010

Está la cosa apretada

Ando que no paro y de tanto que ando paro de postear. Sí, lo sé, es complicado pasar tiempo sin mi sabiduría. Aunque... ¿queda alguien ahí?

Si aún te pasas por aquí ten un poco de paciencia, aún me pesa en la conciencia no escribir y eso significa que esto no está muerto del todo. En premio por tu fidelidad te voy a regalar una joya, tu vida está a punto de cambiar porque te voy a poner una de esas canciones que son un subidón permanente. Empieza flojito y tras unos minutos no puedes por más que pensar "¿porqué coño no nazco de nuevo y me reencarno en batería para aporrerar como un loco este final de canción?" Es increíble, brutal y -por supuesto- hecho para escucharse a un volumen perjudicial para la salud auditiva.

jueves, enero 21, 2010

Resurrection

No he ido a muchos conciertos porque un concierto es un evento del que no se puede salir así como así. De modo que, si voy a tener que estar en un sitio varias horas, más vale que el grupo que va a tocar me guste mucho. Por eso yo no soy de los que dice “Uy, he estado en tantos conciertos que ni los recuerdo!” Yo sí los recuerdo, los siete, y todos me han encantado.

Cada uno es especial por algún motivo. Y hablar del motivo por el que fue especial el concierto de Brian May me parece ridículo para un fan declarado de Queen. Fue en la sala Macumba de Chamartín. Y hubo gritos, aplausos y lágrimas. Muchas lágrimas. También he visto a Brian tocando junto a Roger Tailor las canciones de Queen cantadas por Paul Rodgers y, aunque fue genial… evidentemente no era lo mismo que verlas cantadas por Freddie. Eso me lo perdí para siempre.

El 2 de junio de 1998 acudí junto con mi amigo Oscar a un programa musical de TVE, nos colamos en los pasillos y, como fans entregados que éramos, conseguimos que Brian nos firmara un disco (En mi caso en Made In Heaven) y nos diera la mano. Fue algo brutal, se hizo unas fotos con nosotros, luego le estreché la mano y sólo pude decir “Brian… Thank you for all!” Él me sonrió y siguió su camino.

Hace poco, en el coche, puse uno de sus discos. Es verdad que Brian, si no me falla la memoria, sólo ha sacado tres discos en solitario desde la muerte de Freddie. Ha sacado otras cosas pero tienen que ver con su andadura con Queen o el musical de Queen. Y yo creo que es un tipo que, al margen de haber compuesto muchos de los temas más importantes del Siglo XX. Debería estar más reconocido. Debería tocar en sitios más grandes que la sala Macumba. Debería ser considerado como uno de los pocos rockeros que quedan y debería seguir componiendo hasta el final. Uno de los grandes que, sin duda, debería resucitar.

¿Y tú qué deberías hacer? Deberías poner esta canción todo lo alto que te permitan los altavoces.

lunes, enero 11, 2010

Imbécil y mentiroso

Pues sí, amigos. Una vez más… he aquí un completo relato de mis miserias.

Sin querer entrar en demasiados detalles, sólo quiero comentaros que voy a tener el privilegio de convertirme en motivo de habladurías para muchos de vosotros que os referiréis a mi con “Un amigo mío alquiló el piso a unos tíos y estos dejaron de pagarle desde el primer mes. No le cogen el teléfono y no están en casa cuando él va a exigirles el dinero” Ese es un universo en el que no me apetecía nada entrar. Pero la vida te obliga a hacer apuestas y algunas se pierden. Esta me va a salir cara en todos los sentidos.

Dejaré la narración de los hecho aquí porque es un tema que –especialmente estando en el paro y con un bebé de camino- me deprime y me pone de más mala leche de la que puedo compaginar con una escritura coherente. Basta con decir que es un cabreo tan grande que me hace alegrarme (una vez más) de que dios no me haya bendecido con poderes Jedi porque ahora mismo, sin duda alguna, sería consumido a una velocidad pasmosa al lado oscuro de la fuerza.

Aunque quizá sí tengo algún poder mental y es que, en contra de la creencia popular, en esta situación he descubierto que esa frase de “Puedes mentir a todo el mundo, pero no puedes mentirte a ti mismo” es una falacia. Claro que puedo mentirme a mi mismo. Es más… ¡Debo!

Son muchas las ocasiones en las que me he mentido a mi mismo hasta la médula. La primera mentira que recuerdo que me conté fue “En cuanto acabe Barrio Sésamo me pongo a hacer los deberes”. Desde entonces ha sido un no parar de engañarme. “Quizá algún día sufra un tremendo accidente de coche y mi vida, o la de otras personas, dependa de mis reflejos. Por lo tanto… no entrenar mis reflejos jugando una hora más a este videojuego sería algo extremadamente irresponsable”; “Yo jamás tomaría la virtud de esta fermosa muchacha sabiendo –como sé- que después de esta noche no quiero volver a verla pero… ¿y si algún día tengo que escribir sobre un personaje que sea un sátrapa? Tendré que ver como es ese mundo” Mentiras, mentiras, mentiras. Y, de algún modo, funcionan. Todo el mundo miente y los guionistas… ¡Más! No tanto como los actores, eso es verdad. Pero somos asombrosamente desleales con nosotros mismos.

Hoy me hierve la sangre porque esos desgraciados se han metido en la casa que tanto esfuerzo me costó convertir en un hogar. La han mancillado y amenazan con una destrucción que tire años de esfuerzo por tierra. Entonces, cuando esto tan cabreado que no me lo creo, limpio mi mente un instante y combato la impotencia con una mentira improvisada. De pronto esa casa era propiedad de mi abuelo, el conde. Unos primos lejanos se han instalado en la mansión convencidos de que les pertenece por derecho pero, hoy mismo, el testamento demuestra ante la ley que la casa me pertenece a mi. Mi primo, despechado, se niega a marcharse del castillo, pero ya sabe que la ley está en su contra.

Imaginado de ese modo me calmo un poco, encuentro un consuelo inesperado y pienso “¡Ja! Ahora, que ha quedado claro que la propiedad me pertenece, mi primo tendrá que volver a su antiguo castillo. Allí no podrá eludir por más tiempo el beso de la peste, pues sé bien que esa es la enfermedad que ha convertido sus campos en un lugar maldito”

La situación es igual de jodida y, sin embargo, la victoria inventada sobre la lucha por la propiedad, o el imaginar que ambos somos personas nobles incluso en nuestra maldad (ja!) rebaja, mucho más que la promesa de venganza, la insondable tristeza que provoca el ver que hay personas que son, literalmente, parásitos.

De verdad: hay que mentirse.
¡Necesitamos mentiras! Mentiras como “Esto no me volverá a pasar”; “No volveré a confiar en nadie”; “El año que viene estudiaré más” o incluso: “No me volveré a enamorar nunca jamás de los jamases”. Sólo mintiéndonos un poco podemos vivir eludiendo una realidad que, a la hora de la verdad, es tan dañina como ficticia.

jueves, enero 07, 2010

Blogueando poco

Sí, sé que llevo mucho tiempo sin escribir. Que sepáis que cada día me acuerdo, e imagino a este pequeño blog marchitándose como una planta falta de agua. Me resisto a dejarlo pero, por otro lado… Le estoy cogiendo manía a los blogs, así en general. Lo confieso y, lo que es peor, confieso mi manía a los blogs en mi blog. He dado vueltas a mi inesperada desidia y deduzco que el problema está en que, de un tiempo a esta parte, leo demasiados blogs masivos. Antes sólo leía los blogs de los amigos y ahora leo los de los amigos, los de los desconocidos e incluso los de algunos desconocidos a los que casi tengo por enemigos. Es agotador. Empiezo a asociar la palabra blog a cierto estrés.

Me voy a descontaminar y ya, con la calma de tiempos pasados, voy a ver si sigo con esta correspondencia intrascendente que mantenemos desde hace tanto tiempo. Eso suena mejor.

martes, diciembre 29, 2009

Avatar 2

Sylvia dijo "No hay huevos"
Bea "¡Venga!"
Yo "¿Pero lo decís de verdad?"

Y así empezó un trabajo titánico que ha desembocado en el corto más ambicioso de la historia del cine:

La insoportable levedad del ser tomate

miércoles, diciembre 16, 2009

Finanzas

La cosa está complicada.

El trabajo sigue escaseando y he decidido que ni siquiera voy a buscar otra cosa porque, como siempre, el proyecto en el que estoy embarcado “está a punto de salir”. Si a mediados de enero no ha sido así… ya no podré esperar más.

Y es que, a lo tonto, son varias las cosas que tengo que pagar y más aún las que tendré que pagar dentro de poco. ¡Cada euro cuenta! Y de todos los gastos el que más me mortifica es el de un crédito que pedí hace años para poder pagar la reforma de Leganés. No la de la ciudad, la de mi pequeño piso que, maldita sea, ahora no consigo alquilar. Me molesta ese crédito porque, además del perjuicio evidente, es un dinero que siento que sigo pagando al cabronazo estafador que hizo la obra.

El caso es que el otro día acudí al banco con el que tengo el crédito para preguntar cuánto tiempo me queda para cubrir ese préstamo. Sabía que debía pagar hasta finales del 2010, pero quería saber –exactamente- el día. El cajero me dice entonces que el pago mensual ha finalizado el mes pasado, es más, tengo ahí 500 euros. ¿Ya no tengo que pagar más? ¿Cómo es posible? De pronto me acuerdo de que –en otra vida- recibí un dinero extra, y decidí usarlo en tapar todo lo posible ese agujero. Lo hice y lo olvidé. Por suerte el banco sí lo recuerda y ahí está el precipitado final de mi deuda.

Salgo de la sucursal flotando. De pronto ya soy dueño de mi reforma (Aunque no lo sea del piso) y se acabó esa horrible mensualidad. Pero lo que más me gusta es la sensación de que mi yo pasado ha venido al presente para echarme un cable.

Cuando más falta me hacía... vengo yo y me salvo.

viernes, diciembre 04, 2009

Pinta que te pinta

Una idea bastante antigua que por fin toma forma.
Un cuadro para verse en grande. Me gusta como queda el lápiz ampliado.



Está claro que me gusta meter chorretones de color.

Ella. Siempre ella.

¿Qué tienen en común estas series?












Algunos diréis que son series sobre familias, pero True Blood y House no cumplen ese requisito. Está claro que no todas son de imagen real y ni siquiera son todas extranjeras. Y todas son comedias menos True Blood y House (Aunque en ocasiones lo parezcan) de modo que eso tampoco es.

Todas estas series comparten dos cosas:

• Que el protagonista masculino es alguien que ya sea por idiotez, genialidad o poder, toma decisiones poco habituales.
• Que la protagonista femenina es la lógica, la tolerante y socialmente aceptada que intenta -una vez tras otra- corregir al alocado protagonista.

Este no es un post reclamando que los protagonistas masculinos sean más dignos. Es un post reclamando que las protagonistas femeninas dejen de estar tan soporíferamente justificadas.

Por hablar del caso que me toca más de cerca: Casi Perfectos. En esta serie el personaje de Elena (Muy bien interpretado por Yolanda Arestegui) era el contrapunto de su marido (Emilio Aragón) Trabajadora, creativa, volcada en la educación de sus hijos, generosa… pocas veces cometía errores y, si los cometía siempre estaban sobradamente justificados por una buena intención. Como guionistas teníamos unos problemas enormes porque sentíamos que, con un personaje así, todos los capítulos derivaban a una inevitable secuencia de Elena diciendo “Andrés… ¿te has vuelto loco? Bla bla bla bla”

Incluso cada vez que hago zapping y veo la “transgresora” Padre de familia puedo ver a la mujer diciendo “Peter… ¿te has vuelto loco?” Sólo hay que cambiar el nombre por Homer, Herman, Diego, House… y valdría para cualquier otro personaje. En el caso de House por partida doble, porque tanto Cuddy como Cameron tienen una moralina recalcitrante. (Aunque en este caso, en honor a la verdad, está el personaje más insoportablemente moral de la historia de la ficción: Wilson. Lo cual le convierte, efectivamente, en el más predecible y aburrido)

La gota que ha colmado el vaso es que he empezado a ver Modern Family, una serie que funciona como un tiro y cuyo único problema a mi juicio es el de que en esa serie también está ELLA (Pues es un mismo personaje) En la biblia de la serie seguramente la descripción de su personaje es “Lo de siempre” Una mujer que además de ser guapa e ingeniosa aparece en todas las secuencias metiendo ropa en un cesto, o doblando una sábana, o haciendo galletas en el horno, o recogiendo los juguetes de los niños… Y desde el minuto uno ya sabes lo que este personaje te va a dar “Bla, bla, bla”

¿Cuál es el miedo? ¿Cuál es el motivo de que las protagonistas de una serie no puedan ser egoístas, zafias, vagas, incultas e incluso imbéciles?

En este sentido una de esas situaciones que, para mi, dejan el tema bien claro se vivió en una serie de Globomedia llamada “Fuera de Control”. Alguien que trabajaba ahí me comentó que habían llegado a Globo un buen número de protestas porque Rocío Madrid interpretaba a una secretaria que no tenía problemas en usar el sexo para ascender profesionalmente. No era ni siquiera protagonista, era la secundaria en una comedia y hubo cientos de mails que decían que un personaje así era un paso atrás en la lucha laboral de la mujer, un estereotipo falso que denigraba a la mujer y por el que la cadena debería pedir disculpas públicas.

Luego ya podemos ver a Peter Griffin traumatizado por el tamaño de su pito; al padre de Modern Family que deja que sea su mujer la que lleve toda la responsabilidad en la educación de los niños; al vampiro de True Blood matando gente por una provocación mínima; a Homer llorando desconsolado porque cree que Bart es gay; a House jugándose la salud de sus pacientes a cara o cruz; a un Herman Munster incapaz de sumar dos más dos; un severo Archie Bunker que le dice a su mujer que no abra la puerta a ningún negro o a un Diego Serrano que, viendo un concurso de televisión, grita convencido que América fue descubierta por “Magallines”

Imaginar a una mujer de ficción haciendo alguna de estas cosas es impensable.
Mientras... vemos a todos tíos haciendo semejantes burradas nos reímos.
¡Como debe ser!

Por suerte aún podemos recordar algún personaje como Rossane, Peg (de Matrimonio con hijos) o Loise (Malcolm In The Middle). Es cierto que en ningún caso son ellas "las malas" o "las torpes" de la familia. Son como tienen que ser para poder sobrevivir en medio de una familia que -como poco- es tan disfuncional como ellas. Pero al menos estos ejemplos suponen pequeños focos de luz en un panorama cómico... aburridísimo.

martes, noviembre 24, 2009

Pinta que te pinta

Tenía un boceto de dibujo paralizado desde hacía meses.
De pronto me he puesto y, entre ayer y hoy... acabado.


viernes, noviembre 20, 2009

Renovarse o morir

Una de las cosas que más me gustaron de las crónicas vampíricas de Anne Rice es el personaje de Armand. En la peli estaba interpretado por Antonio Banderas, pero en el libro Armand era –a nuestros ojos humanos- apenas un niño.

Lo que me gustó del personaje es que, para cuando Armand conoce a Lestat, el primero ya es un vampiro viejo incluso para los varemos de los no-muertos. ¿Cuál era el secreto de Armand para vivir tanto? Muchos diréis: “¡Vivió la tana porque era un vampiro, ya ves tú el misterio!” Pero… ah, amigos! la supervivencia no es fácil para nadie. El principal motivo de mortandad entre los vampiros centenarios es que según Armand –y por tanto según Anne Rice- el suicidio. Los vampiros acaban suicidándose porque es difícil para alguien, por muy vampiro que sea, comprender el tiempo en el que vive. Por muchos años que vivamos nuestra personalidad es fruto de una educación irrepetible, fruto de un momento concreto en la historia. Nuestra capacidad para re-educarnos es limitada y, cuando se vive tanto como un vampiro, es difícil sobrellevar que lo que antes era aberrante, sorprendente o incluso pecaminoso ahora es… cotidiano.

Armand sobrevive buscando a un pupilo joven, alguien que pertenezca a ese nuevo tiempo y que le enseñe con qué ojos ver lo que le rodea.

Creo que es algo de lo que todos debemos aprender.

Algo parecido me ha pasado cuando he visto el nuevo tráiler de Furia de Titanes. Un remake de la película clásica que, como es lógico, se pone al día con nuevos efectos especiales y, evidentemente, nuevo estilo. ¡Cómo ha cambiado la Grecia clásica en los últimos años! Ver a Perseo con la cabeza rapada cual marine Americano, y luchando en medio de una edición videoclipera que no está montada sobre la esperable –y efectiva- música épica de toda la vida. En lugar de coros y tambores hay guitarras y sintetizadores. Funciona bien pero… jo.

La primera vez que me pasó fue viendo Resident Evil. Una película que me sorprendió porque estaba mejor de lo que esperaba y porque en las secuencias de acción ya usaba una música que era un poco demasiado moderna para mi. (Hey, y eso que yo escucho a los Blind Guardian!) El tiempo nos trajo esa mezcla entre Los Vigilantes De La Playa y Gladiator (llamada 300) y luego el mismo director repitió (aún mejor, porque 300 también me pareció entretenida) con Watchmen y su tráiler con música de Muse.

No digo que abandonemos lo que hemos aprendido. Pero, como creativos, sigamos actualizándonos siempre. Aunque ver a un griego con el pelo cortado al rape nos revuelva las tripas. O acabaremos envejeciendo y enloqueciendo como viejos vampiros.

(Al menos los vampiros buenos, los vampiros tipo Mariah Carey de “Crepusculo” no cuentan)

jueves, noviembre 19, 2009

Por un pelo

Debería escribir más. No por nadie, ni siquiera por vosotros. Debería escribir por mí mismo. Por este nuevo tipo de diario (mensual) que me gusta llevar, y porque en ocasiones se me ocurren cosas interesantes que me hacen pensar “mira, eso es algo importante, algo que merece la pena compartir y discutir con el resto del mundo” Pero esas grandes ideas nunca llegan hasta aquí. La mayoría las olvido. Las otras… no, pero paso.

Al final lo que queda son trivialidades, como la de sentirme Dios al ver un pelo enquistado. Y es que todos los pelos, en el brazo la barba o la pierna, están perfectamente alineados, erguidos y conviviendo en paz. Pero, de cuando en cuando, aparece un rebelde que dice “Basta de crecer para arriba. ¡Crezcamos hacia abajo!” Yo acerco mis gigantescos dedos y le selecciono de entre sus hermanos, los pelos son entonces un pueblo, gentecilla cuyo afecto al rebelde es medido por su proximidad. No puede esconderse. Soy consciente de cada una de las infinitas arrugas que hay en las yemas de mis dedos. Me hago con él y tiro hasta arrancarlo. A veces duele más, a veces duele menos, pero siempre mola. No sé qué extraño mecanismo hace que todas las cosas que abandonan nuestro cuerpo nos proporcionen un cierto placer. Ese pelo único es de pronto insignificante, un diminuto hilillo de pus. Algo me hace sentir respeto por ese loco que quiso ir contracorriente. Pero luego lo soplo y me he olvidado de él antes de que toque tierra.

Sirva este post como homenaje.

La pregunta es… ¿Soy el único al que le pasa? La imagen es tan clara que me extrañaría.

viernes, noviembre 06, 2009

Resumiendo la espera

Pues sí, he dejado el blog por una temporada. ¿Los motivos? Pues el trabajo o, mejor dicho, la ausencia de trabajo.

Mi último proyecto me ha dejado en la única situación laboral jodida. ¡La peor! No es el paro, es la es-pera. Una situación en la que ni tienes curro, porque aquel que estabas desarrollando está a expensas de los directivos de la cadena, y tampoco puedes coger otro trabajo porque, si de pronto te llaman a filas, te ves en una situación bastante comprometida. Vamos, que sin cobrar y sin poder buscar trabajo. Yupi.

Hay quien diría que estar en el paro “puro y duro” es aún peor, que en la espera al menos tienes una cierta esperanza. Imagino que la fe en esa esperanza es la que inclina la balanza. Yo de momento espero con ilusión y hago mi apuesta. Veremos en qué queda.

Mientras tanto tampoco es que haya estado de vacaciones. Me he puesto con mis proyectos y la verdad es que es un no parar. Chico, estar en el paro (o en es-pera) y saber que en unos meses somos uno más a alimentar… (A alimentar, a acunar, a llevar en carrito, en coche, vestir, guardería, colegio, viaje fin de curso...) no veas lo que motiva. Dicen que los bebés vienen con un pan bajo el brazo, pero es que yo creo que a los padres –al ver lo que se les viene encima- les da por ponerse a amasar como locos. Y se amasa con la agridulce harina del pánico. ¡Pero cómo se amasa!

Tanto es así que incluso me he quitado del Warcraft. Dios mío. ¡¿A dónde hemos llegado?! Tras años de hacer crecer al pequeño Tatsel ahora voy y lo abandono. Temporalmente, eso sí. El año que viene sale una expansión y prometo que mi brujo no-muerto siempre estará al nivel máximo alcanzable. También he dejado el Facebook –que me parece un vampiro que chupa mucho y da poco- y, como he dicho, el blog. Espero retomar este último a mi ritmo, como he hecho siempre. En cuanto al portal social… no lo critico, pero también digo que desde que lo he eliminado de mis favoritos siento una cierta liberación. Supongo que es que no tengo medida y, como hago con muchas cosas, me paso.

Mientras, intercalo las jornadas de trabajo con pasear a las perras y jugar alguna partida a la demo del “Everybody´s Golf” un juego bastante divertido pero que no me compro porque cuesta 69€. ¡¡69€!! ¡¡Niños ricos del mundo, dejad de comprar juegos por ese precio!! Por culpa vuestra no los ponen a 30-40 euros que sería un precio más que beneficioso para los distribuidores. Cabe la posibilidad de que yo sea un tacaño, pero es que creo que hay muy pocos juegos que merezcan esa pasta. Coño, que son 11.500 ptas! (Sí, reclamo mi derecho a escandalizarme por el precio de los videojuegos del mismo modo que el resto del país se escandaliza por lo que han subido las gambas en navidad) ¿Me voy a comprar un juego por 11.500 ptas? ¡Que estoy en espera, joder! ¡Y sin paro!

Me voy a jugar a la demo.

miércoles, octubre 21, 2009

Yo te Quise

Banda Sonora del corto no disponible en ningún formato, a dios gracias.

domingo, octubre 18, 2009

Estamos de estreno

Hoy, lunes 19 de Octubre, estreno de los cortometrajes "La Marisol" y "Yo Te Quise" a las 22:00h en Fun House C/ Palafox, 8 (metro Bilbao).

 Estais avisados!

jueves, octubre 08, 2009

Post desde el odio

SI ESTÁS TENIENDO UN MAL DIA NO LEAS ESTO

Ayer fui al cine yo solo.

Me apetecía ver la nueva de Woody Allen –si tengo que vivir en La Latina, que se note- y me fui a verla, por supuesto, en versión original. Cuento que la vi en versión original no sólo (no sólo) por pedantería, si no porque es de prever que en un cine de versión original la gente que va a ver la película tenga auténtico interés en la película, se van a tomar la molestia de leer durante una hora y media, lo hacen porque valoran lo mucho que mejoran las interpretaciones con la voz original... bla bla bla

Pues ayer un hijo de la gran puta me jodió la película. Lo siento, no suelo utilizar estos insultos cuando escribo, porque en la vida real en general –y ayer al salir de la sala en particular- de mi boca salían de todo menos rosas. Estuve a punto, lo juro, de levantarme y propinarle dos puñetazos al tipo que tenía sólo a cuatro butacas de mi, colocado el hijo puta, estratégicamente, en el centro absoluto de la sala.

Vaya para él todo mi odio y mi inquina.

La cosa fue mal desde el principio. Larry David está sentado en la calle con unos amigos, tomando algo en una terraza y filosofando sobre el mundo cuando, como es esperable de una película de Woody, hace algún comentario ingenioso y deprimente sobre el estado del mundo. De pronto el imbécil –llamémosle así- suelta una carcajada tan alta, tan exagerada y tan ficticia que por un momento me temí que encontraría al propio Woody Allen apuntándole con una pistola en la sien para que se riera. No era así, el imbécil estaba con una chica y mi teoría es que el pobre debe llevar... que coño, toda la vida sin echar un polvo, está en tal estado de nervios que, en su fervor por intentar convencer a la que probablemente sería su hermana, para que tenga sexo con él intentó hacerse el guay y se pasó riendo a carcajadas TODA LA PUTA PELÍCULA.

· Se rió con líneas que no eran ni chiste.
· Se carcajeó como si el estuvieran dando descargas en las pelotas con cosas que eran de sonrisa.
· En silencios tensos soltaba un agudísimo “Ayayayay...” capaz de taladrar el cerebro y los nervios de toda la sala.
· Con los chistes más logrados el imbécil superó el rasgo absoluto de imbecilidad: Dio taconazos en el suelo como si fuera el viejo borracho paleto del farwest subido a un barril. Literalmente se golpeaba el muslo con una mano mientras daba taconazos en el suelo y reía emulando a un coro amplificado de doscientos millones de hienas moteadas en celo.

¡¡¿Cómo coño le dices a un tío en una comedia que no se ría?!!!

No me gustan los conflictos, me ponen tenso y sé que si le digo algo voy a disfrutar incluso menos de la película, pero de verdad que ahora, a toro pasado, cuando las aguas se han calmado, cuando puedo pensar con tranquilidad... siento que tendría que haberle arrancado los huevos a ese maldito cabronazo. Tendría que haberle pegado una enorme paliza mientras todo el cine –con toda probabilidad incluida su hermana- se reían y taconeaban en el suelo por el gusto de escuchar de nuevo sus gritos.

Uffff... ya me siento mucho mejor.

Por cierto: La película está bastante bien. Es completamente intrascendente, pero a mi eso me gusta mucho. De mis favoritas de Woody.

sábado, octubre 03, 2009

Wake up this morning

SI NO HAS VISTO TODOS LOS CAPÍTULOS DE LOS SOPRANO NO SIGAS LEYENDO.

He visto Los Soprano varias veces, me encanta. Se ha convertido en mi serie comodín. Cada cierto tiempo echo de falta el ambiente del Bada Bing y me pongo otra vez ese capítulo piloto sobre unos patos que anidan en una piscina y un mafioso que empieza a ir al psicólogo. Sé que son muchas las series que me faltan por ver y me da vergüenza profesional cuando no puedo opinar sobre otras producciones porque a mi... me cuesta ver otra cosa.

Como sea que fuere siempre que veo Los Soprano empiezo con el primer capítulo. Por eso las tres primeras temporadas las he visto bastantes veces, las siguentes menos y la última temporada (Esa extraña 6ª temporada partida en dos) sólo la he visto en dos ocasiones. La segunda de ellas hace unos pocos días.

Y ni pizca de ganas de volver a verla en mucho tiempo. Porque mi nivel de adoración es tan alto que me abruma. De hecho me ha gustado mucho más esta segunda vez que la primera. Quizá porque la primera vez estaba demasiado ocupado pensando en los posibles desenlaces o por esa inevitable nube que flota sobre la cabeza y me hace pensar “¿Cómo lo habría hecho yo?” Desde luego no lo habría hecho como David Chase, ni en un millón de años, es alguien ante quien sólo cabe la rendición porque la serie es poco menos que perfecta.

Para mi es, hoy por hoy, lo máximo que se puede conseguir en una serie. Los diálogos son brillantes más allá que por las líneas por las intenciones y la naturalidad. Encuentra la grandiosidad en lo cotidiano y huye de los efectismos. Qué fácil habría sido convertir el último capítulo en un intercambio de balazos, en un epílogo mercenario sobre la guerra. Habría estado bien, habría sido divertido, pero no habría sido Los Soprano y, desde luego, ese último capítulo es impecable.

La última secuencia entre Toni y Junior Soprano es increíble. Toni entra lleno de rencor, dispuesto a enfrentarse a un hombre que le ha destrozado la vida y que casi le mata en varias ocasiones –una de ellas de forma directa- y el modo en que transcurre ese diálogo y a dónde llega... no se puede mejorar. Igual que ese increíble final de serie, ese fundido a negro que, para mi no tiene nada de abierto es lo que es. Es, como bien me indicó Blázquez y recuerdan en un flashback del penúltimo capítulo: la nada absoluta, el final brutal y silencioso a todo. La ausencia de explicación porque el destino no tiene que rendir ninguna cuenta.

Peazo serie.




Y ahora unas curiosidades:

-Joseph R. Gannascoli es el Miki Nadal de la HBO. A lo largo de la serie aparece con tres personajes diferentes. En una de las primeras temporadas hace un episódico como un tipo que entra en una tienda y al que Christopher echa a punta de pistola. Más adelante ya aparece como uno de los secuaces de la banda de Richie Aprile, aunque está en lo más bajo imaginable del escalafón: su labor es la de fabricar una rampa para Beansie, el tipo al que Richie ha dejado paralítico. Como luego su tercer papel –y el principal- es el de Capitán de la familia dudo muchísimo que se justifique que era ese mismo tipo.

-Sobre el personaje más famoso de Joseph, Vitto, hay otra noticia y es que según parece, el motero-camarero-bombero que se convierte en su novio en la ficción “Johnny Cakes” se suicidó el 29 de diciembre del año pasado. Una pena.

-Leí hace poco que David Chase, tras un año sabático en Francia, parece que está haciendo una nueva serie. En este caso se trata sobre los orígenes de Hollywood. No deja de ser interesante que en el último capítulo de Los Soprano, mientras Toni se esconde en un piso franco, él y todos sus hombres están atentos a una película en blanco y negro que trata, específicamente, sobre ese tema. Sin duda un guiño al futuro.

jueves, octubre 01, 2009

Dos post por el precio de uno

Post 1

Cuando éramos niños nuestros padres nos contaban que muy muy lejos... existía un hombre con barba y corazón piadoso. Ese hombre nos observaba todo el año y sabía tan bien como nosotros mismos cuando nos portábamos mal y cuando nos portábamos bien. A los niños buenos los tenía en una lista y a los malos en otra. Los primeros recibían regalos, los segundos carbón.

Luego crecimos y a algunos nos desvelaron que aquella historia era, como ya empezábamos a sospechar, una astucia encaminada a que nos portásemos mejor. Otros, más avispados, se dieron cuenta por si mismos de que no estaban siendo espiados por ningún gordito bonachón (qué alivio) y de que portarse bien es una elección libre. Portarse bien por tener un escalextric no es ser bueno, es comerciar.

Ya está. Hasta aquí el post.

Post 2

Ah y no es habitual que yo esté en Francia, ni es habitual que un francés tire un libro a una papelera, pero el otro día coincidieron estos dos hechos en el tiempo y el espacio.

El libro lanzado con desgana a la papelera era la Biblia (O más concretamente “La Bible”) todo un discurso que define el despertar del hombre en el más sencillo de los gestos.

Foto al canto.

martes, septiembre 22, 2009

Yo yo yo yo

Estoy escribiendo y por supuesto me encanta perder el tiempo entre letra y letra.

Así he descubierto una web que me ha impresionado bastante. Tiene una aplicación con la que eliges una foto con el rostro de alguien y el programa detecta y pone en 3D ese rostro. De ese modo se mueve al hacer click en la pantalla de una forma bastante chula.

Pero no sólo eso, también podemos aplicar a ese rostro todo tipo de “Añadidos”. Yo he buscado en mi ordenador -por probar- y sólo he encontrado una foto una foto de la infancia.



Y estos son algunos de los resultados. Me parto!!






Si tenéis que trabajar... perded un momento y entrad en la web, os va a encantar.

miércoles, septiembre 09, 2009

Acojona, tronco

Dicen que en el mundo hay otra persona que es igual que tú.