Post desde el odio
SI ESTÁS TENIENDO UN MAL DIA NO LEAS ESTO
Ayer fui al cine yo solo.
Me apetecía ver la nueva de Woody Allen –si tengo que vivir en La Latina, que se note- y me fui a verla, por supuesto, en versión original. Cuento que la vi en versión original no sólo (no sólo) por pedantería, si no porque es de prever que en un cine de versión original la gente que va a ver la película tenga auténtico interés en la película, se van a tomar la molestia de leer durante una hora y media, lo hacen porque valoran lo mucho que mejoran las interpretaciones con la voz original... bla bla bla
Pues ayer un hijo de la gran puta me jodió la película. Lo siento, no suelo utilizar estos insultos cuando escribo, porque en la vida real en general –y ayer al salir de la sala en particular- de mi boca salían de todo menos rosas. Estuve a punto, lo juro, de levantarme y propinarle dos puñetazos al tipo que tenía sólo a cuatro butacas de mi, colocado el hijo puta, estratégicamente, en el centro absoluto de la sala.
Vaya para él todo mi odio y mi inquina.
La cosa fue mal desde el principio. Larry David está sentado en la calle con unos amigos, tomando algo en una terraza y filosofando sobre el mundo cuando, como es esperable de una película de Woody, hace algún comentario ingenioso y deprimente sobre el estado del mundo. De pronto el imbécil –llamémosle así- suelta una carcajada tan alta, tan exagerada y tan ficticia que por un momento me temí que encontraría al propio Woody Allen apuntándole con una pistola en la sien para que se riera. No era así, el imbécil estaba con una chica y mi teoría es que el pobre debe llevar... que coño, toda la vida sin echar un polvo, está en tal estado de nervios que, en su fervor por intentar convencer a la que probablemente sería su hermana, para que tenga sexo con él intentó hacerse el guay y se pasó riendo a carcajadas TODA LA PUTA PELÍCULA.
· Se rió con líneas que no eran ni chiste.
· Se carcajeó como si el estuvieran dando descargas en las pelotas con cosas que eran de sonrisa.
· En silencios tensos soltaba un agudísimo “Ayayayay...” capaz de taladrar el cerebro y los nervios de toda la sala.
· Con los chistes más logrados el imbécil superó el rasgo absoluto de imbecilidad: Dio taconazos en el suelo como si fuera el viejo borracho paleto del farwest subido a un barril. Literalmente se golpeaba el muslo con una mano mientras daba taconazos en el suelo y reía emulando a un coro amplificado de doscientos millones de hienas moteadas en celo.
¡¡¿Cómo coño le dices a un tío en una comedia que no se ría?!!!
No me gustan los conflictos, me ponen tenso y sé que si le digo algo voy a disfrutar incluso menos de la película, pero de verdad que ahora, a toro pasado, cuando las aguas se han calmado, cuando puedo pensar con tranquilidad... siento que tendría que haberle arrancado los huevos a ese maldito cabronazo. Tendría que haberle pegado una enorme paliza mientras todo el cine –con toda probabilidad incluida su hermana- se reían y taconeaban en el suelo por el gusto de escuchar de nuevo sus gritos.
Uffff... ya me siento mucho mejor.
Por cierto: La película está bastante bien. Es completamente intrascendente, pero a mi eso me gusta mucho. De mis favoritas de Woody.
Ayer fui al cine yo solo.
Me apetecía ver la nueva de Woody Allen –si tengo que vivir en La Latina, que se note- y me fui a verla, por supuesto, en versión original. Cuento que la vi en versión original no sólo (no sólo) por pedantería, si no porque es de prever que en un cine de versión original la gente que va a ver la película tenga auténtico interés en la película, se van a tomar la molestia de leer durante una hora y media, lo hacen porque valoran lo mucho que mejoran las interpretaciones con la voz original... bla bla bla
Pues ayer un hijo de la gran puta me jodió la película. Lo siento, no suelo utilizar estos insultos cuando escribo, porque en la vida real en general –y ayer al salir de la sala en particular- de mi boca salían de todo menos rosas. Estuve a punto, lo juro, de levantarme y propinarle dos puñetazos al tipo que tenía sólo a cuatro butacas de mi, colocado el hijo puta, estratégicamente, en el centro absoluto de la sala.
Vaya para él todo mi odio y mi inquina.
La cosa fue mal desde el principio. Larry David está sentado en la calle con unos amigos, tomando algo en una terraza y filosofando sobre el mundo cuando, como es esperable de una película de Woody, hace algún comentario ingenioso y deprimente sobre el estado del mundo. De pronto el imbécil –llamémosle así- suelta una carcajada tan alta, tan exagerada y tan ficticia que por un momento me temí que encontraría al propio Woody Allen apuntándole con una pistola en la sien para que se riera. No era así, el imbécil estaba con una chica y mi teoría es que el pobre debe llevar... que coño, toda la vida sin echar un polvo, está en tal estado de nervios que, en su fervor por intentar convencer a la que probablemente sería su hermana, para que tenga sexo con él intentó hacerse el guay y se pasó riendo a carcajadas TODA LA PUTA PELÍCULA.
· Se rió con líneas que no eran ni chiste.
· Se carcajeó como si el estuvieran dando descargas en las pelotas con cosas que eran de sonrisa.
· En silencios tensos soltaba un agudísimo “Ayayayay...” capaz de taladrar el cerebro y los nervios de toda la sala.
· Con los chistes más logrados el imbécil superó el rasgo absoluto de imbecilidad: Dio taconazos en el suelo como si fuera el viejo borracho paleto del farwest subido a un barril. Literalmente se golpeaba el muslo con una mano mientras daba taconazos en el suelo y reía emulando a un coro amplificado de doscientos millones de hienas moteadas en celo.
¡¡¿Cómo coño le dices a un tío en una comedia que no se ría?!!!
No me gustan los conflictos, me ponen tenso y sé que si le digo algo voy a disfrutar incluso menos de la película, pero de verdad que ahora, a toro pasado, cuando las aguas se han calmado, cuando puedo pensar con tranquilidad... siento que tendría que haberle arrancado los huevos a ese maldito cabronazo. Tendría que haberle pegado una enorme paliza mientras todo el cine –con toda probabilidad incluida su hermana- se reían y taconeaban en el suelo por el gusto de escuchar de nuevo sus gritos.
Uffff... ya me siento mucho mejor.
Por cierto: La película está bastante bien. Es completamente intrascendente, pero a mi eso me gusta mucho. De mis favoritas de Woody.
5 Comments:
Yo a Woody Allen prefiero verlo doblado. Una vez fui a ver una peli suya en versión original - Poderosa Afrodita -, y en la primera escena, en que dos parejas están charlando en un café, hablaban tan deprisa que se pisaban y era imposible determinar en los subtítulos quién había dicho cada frase. Este fin de semana iré a verla... y me volveré a carcajear con fuertes risotadas, a ver a quién molesto. Ja, ja ja! ¡Volveré!
By Álvaro, at 4:02 p. m.
Yo viví una experiencia similar viendo una peli de Lynch. El imbécil de mi historia -estaba con un amigo- se pasó toda la película diciendo en voz alta, '¡este Lynch es la hostia!'. Lo dijo tropecientas mil veces. Cuando acabó la peli, yo, muy serio, me volví hacia él y le pregunte, 'perdona, ¿sabes quién es el director de esta peli?' Se quedó pasmado, pobre idiota.
Claro que yo entonces era joven y tolerante. Hoy, me hubieran dado ganas de levantarme y saltarle todos los putos dientes de un puñetazo. Madurar mola.
Saludos,
blzkz
ps: recuérdame que te preste mi colección de ejemplares de ASKMEN. Pero cuidamela mejor que la primera temporada de los soprano (que tampoco conocías, entonces)
By txopsuey, at 5:57 p. m.
Oir decir en el cine durante la proyección de X-men "Ayyyy paaaayooo, que güena está la gitana de blancooo" (Véase a un joven vestido informalmente, de pie, señalando a TORMENTA), al tiempo que un poco más atrás en la sala comienza lo que parece ser un espectáculo de flamenco digno del Corral de la Pacheca (compuesto por más jóvenes, vestidos igualmente de manera informal, que deciden que ese momento, y no otro, es el indicado para fumarse unos cigarritos,y así terminar de celebrar su propio arte), eso... amigos, ¡eso no tiene precio!
Ah, no, sí que lo tiene! Que esas salas, que estaban al lado de mi casa, quedaron eliminadas para siempre en la lista de opciones de ocio... Shit!
By Psicologa Solteeera..., at 8:47 p. m.
Ya veo. Uno ya no está seguro ni en los cines de versión original.
Lo típico es que un tipo así se vea obligado a ir un cine así por su ligue algo gafapastil y demostrarle lo ingenioso y alegre que es que disfruta de cada pequeño detalle del cine de Allen, pero si me cuentas que su "hermana era igual", ya no hay muchas esperanzas. Y es que los cines están triste y lógicamente en declive, con precios poco competitivos y condiciones de visionado que acaban siendo peores que un buen equipo HD doméstico. Y eso que siempre preferiré una sala de cine.
Gracias por la referencia sobre la película de Woody Allen, que sabes que yo también soy fan de Larry David. Y la verdad es que suponiendo que estará rodada dentro del estilo de Woody Allen y Larry David, para mí es imprescindible la versión original.
Épico también el relato de "X-Men". Ahora tienes una historia que contar, aunque a costa de que te arruinaran una buena película, eso sí.
By Armabot, at 2:26 p. m.
Vengo de un concierto de Nacho Vegas.
He tenido al lado a 3 retrasados mentales, un puto gilipollas gafapasta grandes (una modalidad ODIOSA de gafapastas, de esas como de azafata del Un dos tres) con más pluma que Cocouaua y el cerebro cocido de química barata junto a 2 furcias esquizoides que pasaron una muy mala adolescencia se han pasado TODO el concierto cogidos de las manos, moviéndolas en plan corro de la patata y cantando a GRITOS DE HIJOSDEPUTA SIN MAÑANA las canciones, como si fueran cánticos de alegría y júbilo, sonriendo y en plan "que diver". Cuando llegó "Morir o matar" y seguían, pensé hacer honor a la canción...
He dicho TODAS las canciones, pero la verdad es que no. Como buenos gilipollas, sólo cantaban las del último disco, que era el único que habrían oído.
ARG.
Y ya.
Besitos.
By Galahan, at 2:54 a. m.
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