Sólo sé que sigo sin saber nada

jueves, diciembre 14, 2006

Hoy os voy a llorar un poco.

Hay momentos en la vida en los que juegas y ganas, y hay momentos en los que juegas y pierdes. Yo, hoy... he perdido.

La verdad es que llevo perdiendo muchas veces con este piso. Ha sido una maldición detrás de otra. El yeso, el suelo, la electricidad, las ventanas, los obreros... todo ha presentado problemas. Por todo ha habido que luchar. No diré que la culpa no ha sido mía. La tengo, soy culpable, lo sé. Y eso, curiosamente, es lo único que me consuela. Que pienso en los males que se me vienen encima y me digo “Te lo mereces, por imbécil. A ver si de esta aprendes” y claro que he aprendido, aunque aún hay lecciones que volveré a suspender. Lo sé.

Todo este prólogo para decir que en la reunión de vecinos de hoy la comunidad en su totalidad ha amenazado con denunciarme si no tiro abajo una pared que, aunque está dentro de mi propiedad, priva de ventilación a una zona comunal. Lo curioso es que mi zona no es la única que está tapada, todo el mundo tiene esa ventana condenada con cartones y contrachapados, armarios y otros muebles, pero al ser de ladrillo... ¡Aaah! “Si pasa alguna vez una desgracia basta eso para que el seguro no pague” y si mi muro era de ladrillos ese ha sido el muro de su argumento. Inderribable. Ha dado igual todo. Me han devorado. He apelado al sentido común o al estético pero... “En el ayuntamiento dicen que eso no se puede hacer y si eso no se puede hacer... no hay más que discutir”

No hay más que discutir.

Luego, cuando ya he dejado de dar coletazos, las iras se han desatado hacia el trabajo de la señora de limpieza. Han abierto el cuarto en el que ella guarda los productos y la ponzoña con forma de mujer que vive debajo de mi ha ido mostrándolos uno por uno con la devoción de quien presenta la evidencia de un crimen ante un jurado “¡Fíjate! ¡3 botellas de estas que le compramos, y esta está casi sin usar!” El presidente ha comentado “Y de las tres te llevaste dos porque dijiste que si no ella la usaría en otros portales”; “¡Hombre! ¡Nos ha fastidiado!”

Veo a esa señora diminuta y de voz chillona, me doy cuenta de su miseria y ni siquiera me indigno o me enfado. Sólo siento que me invade una tristeza real. Una tristeza como hacía tiempo que no sentía, aunque la veía detrás de mi, intentando alcanzarme el paso. Con esta última tontería me alcanza y lo invade todo. Veo tristeza en mi, veo tristeza en esa mujer que vuelve a la carga llevando el puño en alto y dentro de una mopa poco usada, veo tristeza en todos los demás miembros de la tribu que asienten...

Y eso me hace desear escapar. Todo esto ha sido un error. Quisiera echar el cerrojo y marcharme. Volver a empezar. Viajar en el tiempo y hacer y deshacer tantas cosas que he hecho mal (Algunas de ellas más importantes que la compra de este puto piso) Pero no podemos deshacer lo hecho. Tenemos que seguir y mejorar. Somos el producto de lo vivido, somos el producto incluso de lo olvidado. Y no hay frase más inteligente que aquella de Machado:

“Todo pasa y todo queda”

Aunque también es bastante brillante esa que ponía hace poco en su MSN Javier De La Guardia (Al que desde aquí saludo)

“El vecino bueno... el vecino muerto”

¿Alguien conoce un fontanero y un albañil barato y de confianza?
Dios... de vuelta a las obras.

2 Comments:

  • Bueno, piensa que si ciertamente al final te metiste en un piso en el peor momento, las cosas no han mejorado y al menos, aunque vivas en las afueras, tienes tren y metro cerca de tu hogar, porque yo no sé dónde me va a tocar vivir a mì...

    Y sí, un grave error el que hayamos estudidao para tener un trabajo creativo, en lugar de ser albañiles, fontaneros o pintores de brocha gorda. Mal.

    By Anonymous Anónimo, at 5:48 p. m.  

  • Mi niño me alegro mucho de que te haya gustado mi casita. Y tu dejate de penar y lloriquear, al fin y al cabo, cuando se cierran las puertas de casa eres tu quien está dentro, y los vecinos que griten fuera, si te joden mucho ¡sube la música! Amor, que no me ha gustado leerte así leche!!! No dejes que un grupo de amargadillos te contagien su mal caracter...tu sonrie y pasa de todo, que la vida es maravillosa, dentro y fuera de cuatro paredes. Y tu casa es tu refugio, no una tortura. Recuerda cuando me dijiste que ya empezabas a sentirla hogar... Besos, tq. Ana

    By Anonymous Anónimo, at 1:18 p. m.  

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