Ayer fui a mi primera reunión de vecinos. Creía que “el mito” sería sólo eso: “mito”. Inocente de mi.
¿De dónde salen “Los Otros” en las reuniones de vecinos? ¿De dónde sale esa ama de casa capaz en un momento dado de transformarse con vehemente rapidez en una fuerza de la naturaleza que arranca un felpudo enorme de plástico y lo arroja a la calle? ¿De dónde salen esos vecinos que esgrimen como furiosa ofensa el gasto excesivo que alguien hace de la luz de la escalera? ¿De dónde los que bajan –como me temo que haré yo en no mucho tiempo- y antes ya de la primera palabra parecen transmitir un… “¡A ver quien me toca los huevos! Que se va a enterar”
Incluso en las reuniones de vecinos de “Aquí No Hay Quien Viva” se respetan los puntos del día, lo de ayer eran sólo grupos desordenados hablando de temas desordenados. ¡Durante dos horas! Uno de ellos me atañe directamente, ya que tapié una ventana que no puedo tapiar, intenté aclarar la viabilidad de esto pero la mayoría me dijeron “Hoy no somos suficientes como para tomar una decisión, a ver si en un tiempo hacemos otra, somos más y ya vemos qué ocurre con eso” Traducción: “No quiero ser yo sólo quien te diga que esa ventana no se puede tapiar, así que vete preparándote que a la siguiente te comemos con patatas” Yo, curiosamente, me siento bastante tranquilo. Veremos.
2 Comments:
Vaya, conocía gente que abría ventanas ilegales donde no se debe, ¡pero tapiarlas...! La verdad es que, pata bien o para mal, es más fácil que una comunidad decida prohibir que se haga algo a que lo eche atrás, de modo que tu política de hechos consumados te puede salir bien. Aunque insisto: ¿qué necesidad puede haber de tapiar una ventana? Me parece una perversión.
Por lo demás, y de cara a animarte, te diré que hay otro mundo y otras comunidades de vecinos. En la mía, por ejemplo, los que asistimos solemos estar de acuerdo, y sólo nos enfadamos con nuestros administradores, que no hacen nada. Eso, los que había, porque un servidor ha preparado un golpe de estado y en la última reunión ha conseguido cambiar de administrador, de modo que en quince días ya se ha hecho más que en todo un año.
Juan Cuesta
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Anónimo, at 9:26 a. m.
Tapié la ventana porque esta da a la escalera, todo el mundo las tiene tapadas -El anterior dueño con cartones viejos y contrachapados- y no pensé que fuera a darme problemas. Pero... Parece que no va a ser así.
Felicidades por su meritoria administración y más aún por la suerte de contar con una comunidad calmada, Sr. Cuesta!!
¿Cómo puede ser de otro modo si tiene vecinas capaces de decir cómo de loca estaba Doña Juana?
:-D
Un abrazo
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El Autor, at 9:59 p. m.
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