Hay que asumirlo: vosotros moriréis algún día.
Y la muerte casi siempre supone el final de las responsabilidades para el protagonista. Sólo debe actuar activamente en una última cosa: El funeral. Y ayer hablando con el Arma-X llegamos a la conclusión de que en este mundo occidental tan avanzado... Faltan opciones a la hora de morir. ¿Has pensado ya que quieres que ocurra con tu cadáver?
Y es que poco a poco vamos teniendo más contacto con la muerte y descubrimos un montón de cosas desagradables. Lo primero, que se descubre ya de pequeñito, es que hay que pagar por morirse, y no poco precisamente. Recuerdo de pequeño cuando de vez en cuando llegaba el cobrador “De los muertos” un hombre que venía a pedir dinero para un seguro que cubriese los gastos en caso de defunción. ¡Bendita inocencia que te hace pensar que a alguien que acaba de perder a un ser querido no se le intenta sacar las pelas! A fin de cuentas la gente tiene que vivir, aunque sea de los muertos. Pero luego hay más cosas que desinflan más aún las ganas de morirse. Un amigo me contó el caso de otro amigo suyo. A este chico se le murió la madre, en vida esta mujer había sido profundamente atea y anticlerical, la sorpresa vino al descubrir que era imposible enterrarla en un ataúd que no tuviera una cruz. ¡No existen! Si te mueres en España te tienen que enterrar forzosamente bajo la consigna cristiana. Al final los propios hijos y el padre tuvieron que comprar un ataúd y desatornillar la figurita de la cruz. Pero no creas que los incinerados se libran de eso, no, no, no.
Como buen fan de La Guerra De Las Galaxias mi forma de entierro ideal es la de Darth Vader, que fue incinerado por su hijo sobre un pequeño altar de madera. (Si me dijeran que me van a incinerar sobre madera y vestido de Darth Vader casi me dan ganas de morirme) pero en el mundo real tal práctica es tan improbable como que las naves espaciales ardan en llamas en pleno espacio. La multa sería de órdago y además la incineración no es algo tan digno como nos da a entender la película. Primer desencanto: Te obligan a ser incinerado con el ataúd. ¿¿?? Como dice Arma matar un árbol para hacer un ataúd y luego reducirlo a cenizas ya no es que sea una idiotez, es que además es muy poco ecológico, pero es que en el sentido poético también es muy poco emotivo “Estas son las cenizas de Fulanito”; “Mentira, esas son las cenizas de Abetito” Porque ¿quien va a dejar más cenizas? ¿Tu débil y consumido cuerpo estandar o un mamotreto enorme de madera? Sirva esa reflexión como sentido homenaje a ese árbol al que tu muerte le ha supuesto un destino ridículo. Lo que nos lleva a entender otra decepción ¿Caben tus cenizas y las del ataúd en una urna tan cuca y pequeña como la que te dan en la funeraria? Más bien no. Y es que parece ser que tras la incineración se recoge con una especie de paleta una cantidad de cenizas te las dan y... ¡El que sigue! De manera que ahí tienes cenizas de tu ser querido, de su ataúd y de los seres queridos y de sus ataúdes de todos los que han ido delante de ti ese día. Puede parecer un horror pero... ¿Importa?
Porque el funeral es realmente un acto que tiene importancia para los vivos y sólo ahora se empieza a hacer caso a los muertos. Tal es el caso de los famosos ataúdes de Ghana, en el que como sabéis se ha puesto muy de moda el que te entierren dentro de un ataúd que con su diseño cuente un poco lo que hacías o te gustaba en vida. Si eres aficionado a los bolos te entierran en un bolo gigante, si eres carpintero en un ataúd con forma de martillo... Parece una tontería, pero lo encuentro algo más digno e inteligente que ser enterrado bajo una enseña cristiana que, para muchos de nosotros, no tiene sentido en estos tiempos en los que, como digo yo que dijo Mamen citando a Woody Allen parafraseando a Nietsche
“Dios ha muerto; -Y yo no me encuentro muy bien”Si te fueran a enterrar en Ghana... ¿Cómo te gustaría que fuera tu ataúd? Una pregunta difícil.
Pero bueno, concluyo este post con mi hacer pública mi determinación de que (en el caso de que algún día muera por lo que sea) mis preferencias mortuorias serian las siguientes:
· A lo vikingo: Me gustaría poner mi féretro de madera en medio de un barco. Sobre ese barco estarían todas las personas que son importantes en mi vida (o que me caen bien) y que me han sobrevivido. Todos juntitos hasta que unos diez tíos ataviados con indumentaria vikinga lanzan desde la orilla flechas incendiarias al barco para que tanto yo como mis acompañantes lleguemos convertidos en ceniza hacia las puertas de Tannhäuser.
Si eso no puede ser.
· Ser incinerado seria genial, a ser posible sin ataúd, y mis cenizas esparcidas desde lo más alto de la sierra de Madrid. No es que me parezca el sitio más bonito del mundo (Aunque me encanta) pero a nivel poético imagino que desde ahí podre volar a cualquier parte, y en el sentido práctico es más cómodo que obligar a la gente a ir al Himalaya.
Y si ni siquiera esto puede ser.
· Ser enterrado en un lugar sin identificación y cuya localización sólo sepan dos o tres personas (Creo que uno cuando se muere no debería tener residencia habitual conocida. Si tu cadáver vive en un lugar concreto es que no puede estar en cualquier parte) en medio de la tierra, de un pasaje natural y, como he dicho antes, sin ataúd. Un rollo David el Gnomo que me permita pensar que de mi ha surgido un árbol. Como canta Serrat en Mediterráneo:
“Mi cuerpo será camino, le daré verde a los pinos y amarillo a la jenista...” Esa sería una buena manera de morir. Sí, ya lo sé: "que un lapón te muerda los huevos" esa es también una buena forma de morir.
Los demás métodos me parecen poco aceptables y sólo aceptaría ser enterrado en ataúd si mi mausoleo fuera más grande el que se hace construir Bender en el planeta Egipcio, pero eso es algo poco probable.
Ya veremos. O... bueno, nosotros no lo veremos.
Verán!