Radio Moraña (5)
Pero es que cuanto menos hago menos quiero hacer. Por suerte o por desgracia ahora me pongo la mochila a la espalda y me voy, me voy, me voy.
Nos vemos en unos días. Poquitos.
Como amigo de los guionistas de Plan América siento ganas de escribir un post de ánimo porque el estreno de la serie ha estado muy por debajo en audiencia de lo que cabria esperar. Eso no se puede negar. Pero como guionista quiero darles una paliza porque su presunto fracaso, desde mi punto de vista, ha venido a certificar una dolencia más importante que la supervivencia de una serie. Por culpa de Plan América nos quedamos sin argumentos los que defendemos la inteligencia del espectador, los que creemos que las audiencias recompensan las historias bien contadas. Hoy creo sinceramente que no es así y animo a todos los programadores de antenas de televisión y productores ejecutivos a que, si quieren tener audiencias millonarias, sigan como hasta ahora. Estábamos equivocados! Nos dijeron que eso no gustaría y no lo quisimos creer! De modo que, queridos ejecutivos, ustedes ganan: Sigan con las tetas y culos, sigan con personajes que llaman “soldadito” a su pene, sigan con adolescentes que se cambian en un imposible vestuario común, sigan con matrimonios que reproducen en voz alta los chistes de toda la vida, sigan fingiendo reinventar a Pajares y Esteso, y nosotros... a prostituirnos, que es para lo que nos pagan. Como putas nos habían hecho pensar que algún día podríamos follar con alguien que no nos diera vergüenza. Pero eso cada vez parece más imposible.
Aquí entre “Los Serrano” y “Los Soprano”, siempre ganarán los primeros.
Y yo sólo sé que no sé nada.Por lo general solemos tener una longitud de cabello poco variable. Y cuando estás acostumbrado al pelo largo y te lo cortas te dicen “Te vas a ver raro”. Y tienen razón. Pero lo que no dicen en ningún sitio es “Te va a doler la cabeza”.
Y deberían decirlo. Porque ocurre.
El pelo deja de moverse al andar, deja de plegarse al recostar la cabeza, deja de abatirse en la ducha y deja de agitarse con el viento. Esa permanente inmovilidad provoca una “sensación de casco” bastante molesta y que tarda varios días en desaparecer.
Ya hace tres semanas que me corté el pelo, muy corto (Y sí, me queda tan bien como cualquier otro corte) pero aun ahora cuando me echo una medianamente merecida siesta me duele la cabeza. O, más exactamente: me duele el pelo.
Todas las cosas en las que creíamos se derrumban.