Sólo sé que sigo sin saber nada

martes, septiembre 22, 2009

Yo yo yo yo

Estoy escribiendo y por supuesto me encanta perder el tiempo entre letra y letra.

Así he descubierto una web que me ha impresionado bastante. Tiene una aplicación con la que eliges una foto con el rostro de alguien y el programa detecta y pone en 3D ese rostro. De ese modo se mueve al hacer click en la pantalla de una forma bastante chula.

Pero no sólo eso, también podemos aplicar a ese rostro todo tipo de “Añadidos”. Yo he buscado en mi ordenador -por probar- y sólo he encontrado una foto una foto de la infancia.



Y estos son algunos de los resultados. Me parto!!






Si tenéis que trabajar... perded un momento y entrad en la web, os va a encantar.

miércoles, septiembre 09, 2009

Acojona, tronco

Dicen que en el mundo hay otra persona que es igual que tú.

domingo, septiembre 06, 2009

Tarareando

Pues he aquí que ayer me pasé todo el día tarareando una canción de Bunbury. Y además no es ni siquiera una de las más conocidas, era esa de “Canto porque me levanto siempre con las mismas peeeenaas...” Me gusta esa canción, me parece que se sale un poco de lo habitual de Bunbury. Pero tranquilos, este no es un post sobre Enrique, que ya me tenéis aburrido con criticar al que es –indiscutiblemente- uno de los mejores artistas de nuestro país.

¡Olvidaos de Enrique por un momento!
De lo que hablo es de eso de que se te meta una canción en la cabeza y ya no te puedas librar de ella. En este caso la canción me gustaba, pero también hay días en los que me rebota por dentro una canción que me parece un horror (O al menos se lo parece a mi consciente, quizá mi inconsciente piensa distinto) Una parte anárquica de nuestra psique decide pasarse todo el día escuchando la música de Indiana Jones (La famosísima no, la otra) y ya no hay forma de convencerla para que cambie el disco.

Parece imposible imponerle a nuestro cerebro lo que vamos a escuchar de fondo mientras no pensamos en lo que pensamos. Yo lo he intentado, soy así, un tipo sin miedo a nada.

Esta es mi lista de métodos que se han rebelado insuficientes para ponerle banda sonora al cerebro.

  • Despertarse y pensar con insistencia en la canción que quieres escuchar. (Cabría pensar que lo que pensamos al despertar nos afecta durante el resto del día, no es así)
  • Escuchar el principio de la canción y cortar para empezar a cantar mentalmente el resto del tema. (Cabría pensar que el esfuerzo mental subiría la canción a los rieles de la psique, no es así)
  • Escuchar la canción justo anterior del disco y cortarlo antes de que empiece la canción que queremos escuchar (Cabría pensar que el anhelo pondría el cerebro en inercia, no es así)

De modo que he llegado a la conclusión de que esto es como muchas otras cosas: basta desearlo para que se nos escape entre los dedos. El ser humano puede viajar a la luna, pero no puede quitar ni poner la banda sonora de su psique.

Pero, quizá, aunque no pueda cambiar mi mente sí pueda cambiar la vuestra. ¿Os acordáis de la canción esa de Amaral? Da igual que os guste o no, la canción esa de “Laraaaa Laiiiiioooo...” ¡La de Amaral! Piensa en UNA canción de Amaral. Alguna te sabes, seguro. Aunque sea un poco.

Ale, ya está.

Ya me diréis si ha funcionado o no.