Wakarimaaaaaaa!!!
Pues sí, pues sí.
Creo poder decir que no hay mucha gente que me tenga manía aunque, curiosamente, muchos de los que me tienen manía se pasan por aquí. Así que puedo imaginar a más de uno y de una congratulándose con la idea de que mis molares acaben perdidos en un barrizal. ¡Regocijaos! Yo al menos lo he intentado y he ido a un casting para ello. O bueno... más o menos.
Y es que desde hace ya muchos años mi amigo Rober y yo veíamos con envidia a los simpáticos y torturados japoneses que participaban en “Humor Amarillo” (Takeshi´s Castle) Y por eso cuando empezó a correr el rumor de que Telecinco preparaba una versión en español del popular programa nipón... pasamos del dicho a hecho y llamamos para inscribirnos.
El martes fuimos al casting preguntándonos en qué puede consistir el casting de un programa así. ¿Te dan una paliza y si gritas te descalifican? Al final no fue más que dar nuestros datos y luego pasar a una habitación en la que te hacían una serie de preguntas rápidas entre las que siempre estaba, aunque camuflada en buenos modales, la pregunta de “¿Cómo es que eres tan imbécil como para apuntarte a que te demos una paliza?” luego te obligaban a dar un “grito de guerra” y yo –por supuesto- no iba a hacer como casi toda la morralla inconsciente que se había presentado a ese mismo casting y había gritado un simple aunque desgarrador “AaaaaaAAAAaah” Yo puse mi cara más Leonidiana frente a la cámara y solté un contundente e inspirado “POR FRODOOOOO!!!” Que, como era de esperar, provocó un inmediato “meneo de cabeza” por parte del cámara y del redactor que estaban conmigo en la sala. ¡Sabrán ellos!!
¿Nos cogerán? ¿Nos dejarán de lado? ¿Nos pondrán en los resúmenes del programa como “idiotas que quisieron venir y no son lo suficientemente buenos ni como para despeñarlos”? No lo sabemos y el participar está difícil pues al parecer el programa no se graba aquí lo que conlleva la ventaja/inconveniente de que te llevan una semana a Argentina. ¿Viste?
Cruzad los dedos, quizá en algún momento suene la llamada que nos conceda a mi amigo Rober y a mi el pasaporte al mundo de los huesos dislocados, la piel amoratada y los dientes cimbreantes!
Cómo molaría!!
Creo poder decir que no hay mucha gente que me tenga manía aunque, curiosamente, muchos de los que me tienen manía se pasan por aquí. Así que puedo imaginar a más de uno y de una congratulándose con la idea de que mis molares acaben perdidos en un barrizal. ¡Regocijaos! Yo al menos lo he intentado y he ido a un casting para ello. O bueno... más o menos.
Y es que desde hace ya muchos años mi amigo Rober y yo veíamos con envidia a los simpáticos y torturados japoneses que participaban en “Humor Amarillo” (Takeshi´s Castle) Y por eso cuando empezó a correr el rumor de que Telecinco preparaba una versión en español del popular programa nipón... pasamos del dicho a hecho y llamamos para inscribirnos.
El martes fuimos al casting preguntándonos en qué puede consistir el casting de un programa así. ¿Te dan una paliza y si gritas te descalifican? Al final no fue más que dar nuestros datos y luego pasar a una habitación en la que te hacían una serie de preguntas rápidas entre las que siempre estaba, aunque camuflada en buenos modales, la pregunta de “¿Cómo es que eres tan imbécil como para apuntarte a que te demos una paliza?” luego te obligaban a dar un “grito de guerra” y yo –por supuesto- no iba a hacer como casi toda la morralla inconsciente que se había presentado a ese mismo casting y había gritado un simple aunque desgarrador “AaaaaaAAAAaah” Yo puse mi cara más Leonidiana frente a la cámara y solté un contundente e inspirado “POR FRODOOOOO!!!” Que, como era de esperar, provocó un inmediato “meneo de cabeza” por parte del cámara y del redactor que estaban conmigo en la sala. ¡Sabrán ellos!!
¿Nos cogerán? ¿Nos dejarán de lado? ¿Nos pondrán en los resúmenes del programa como “idiotas que quisieron venir y no son lo suficientemente buenos ni como para despeñarlos”? No lo sabemos y el participar está difícil pues al parecer el programa no se graba aquí lo que conlleva la ventaja/inconveniente de que te llevan una semana a Argentina. ¿Viste?
Cruzad los dedos, quizá en algún momento suene la llamada que nos conceda a mi amigo Rober y a mi el pasaporte al mundo de los huesos dislocados, la piel amoratada y los dientes cimbreantes!
Cómo molaría!!