Tatoo

Me voy a hacer un tatuaje. Y va a ser algo muy friki.
Ya tengo el diseño y seguramente el fin de semana siguiente –o antes, depende de cómo se desarrollen los acontecimientos- voy a que me lo hagan. (NOTA: Evidentemente NO es el dibujo de la izquierda)

Muchos pensareis que me ha llegado la crisis de los 40 con nueve años de adelanto. Otros pensareis –quizá acertadamente- que vivo permanentemente en la crisis de los 40. Yo creo que vivo en crisis, sí, pero no le pongo edad porque ya me doy cuenta de que esa “crisis” me acompañará toda la vida. Aún así la decisión del tatuaje no es producto de ningún pensamiento espontáneo, hace ya muchos (muchos) años que me lo quiero hacer y siempre he querido “exactamente” ese tatuaje. Es algo estético, es algo de lo que sé que no me cansaré, es algo que significa mucho para mi y sobre todo es algo que me dará ese aspecto “peligroso” que todo guionista con gafas necesita para parecer más macho.

Eso sí: es una fricada del quince. Una vez que me lo haga ya no podré ocultar a nadie que soy un flipado, lo que significa... que no va a cambiar nada, porque a mi se me ve la flipadura en cuanto he intercambiado dos palabras.

¿Dónde? ¿Qué será? ¿Cómo de grande? ¿En color? ¿Cuánto?

Tomad algo para dormir porque de momento no voy a contestar a estas preguntas. Aunque a algunos ya os he enseñado el diseño de lo que me voy a hacer... no digáis nada. Así ya tengo una entrada en el blog interesante para la próxima semana. Dios... dicho así parace que me tatuo para tener algo de lo que hablar en el Blog...

¿Será verdad?
:-P