El Descenso Del Sella

Isa, Rober, Sandra y yo hemos pasado el fin de semana en Ribadesella, para presenciar el descenso en piragua más famoso del mundo.

Por tanto un post sobre esta experiencia es algo así como "obligatorio"
He pensado en como transmitiros la grandeza de la experiencia, lo bien que lo he pasado, miro atrás, reviso las fotos que hemos hecho y, en honor a la verdad, debo decir que:

-La salida en Arriondas que vi hace años y años con mi familia, es infinitamente más espectacular que la llegada de las piraguas a Ribadesella.
-Realmente la competición parece no interesar mucho a la mayoría de los presentes. Sólo importa la juerga.
-Definitivamente no me gusta la sidra.
-Las hormigas rojas siguen existiendo en Asturias y son unas cabronas. ¡Pican no sabes cómo!
-Han intentado estafarnos. (Eso sí merece un post aparte)
-Las tiendas de campañas rodeadas de orines y tíos gritones permanentemente colocados no son para mi.
-Aunque parezca increíble Asturias queda más lejos de Madrid que Galicia. (Lo jura el cuenta kilómetros de mi coche)
-Me he destrozado la espalda durmiendo sobre un desnivel.

Y sin embargo y pese a todo me lo he pasado genial porque...

-Asturias me hace sentir como en casa. Al menos la Asturias "cotidiana".
-Hemos aspirado helio y hablado con voz de pito.
-Nos hemos bañado en un mar increíble.
-Hemos hecho fotos bastante buenas.
-Nos hemos reído todo el rato.
-Hemos trasnochado charlando.
-Hemos vito Cue y Llanes, dos sitios asombrosos.
-Hemos comido como sólo se come en el norte.
-Y mucho mucho: "¿Tiene Hueso?"; "Punto y se acabó" y "Los cacahuetes en realidad son legumbres"

Y es que, pensando en lo vivido, me doy cuenta de que esta vez, como siempre ocurre, la grandeza del viaje no ha estado en el destino en sí. Si no en la grandeza de los amigos que me han acompañado. Con ellos TODO es genial.

P.D: Asturias, este fin de semana tenías visita y estabas ocupada. Volveré cuando podamos estar un poco más solos. Te echo de menos, como siempre.