Tonterias del metro

Hoy, cosas que me ocurren (o se me ocurren) en el metro.
Porque si.

-El otro día me abordó un chaval bastante fumado. Hablamos desde Mendez Álvaro hasta la mitad del camino a mi casa una vez llegados a Zarzaquemada. Iba a pillar costo, aseguraba que su cuñado había muerto hacía un par de horas cayéndose desde un tejado porque ambos trabajan poniendo tejas. No sé si será verdad, pero desde luego sus manos estaban ennegrecidas y callosas como no he visto otras.

-Pienso que ahora leo menos libros porque siempre leo los periódicos gratuitos. En ocasiones intento pasar de ellos, pero si me los ofrecen no puedo evitar cogerlo.

-Me irritan las personas que se paran en la parte izquierda de las escaleras automáticas.

-Un chico sube a mi lado con un carrito de bebé, lo mueve con delicadeza pero lo tiene completamente tapado con un pañuelo opaco. No sale ningún sonido del carrito, es una imagen inquietante.

-Veo una foto de Piratas Del Caribe que es un primer plano de Orlando Bloom, tiene el brillo de los ojos subidos y pienso que por muy guapo que seas tienes que sentirte mal al mirar una foto en la que tienes tantos retoques.

-Se me ocurre que un buen modo de calibrar como son las personas es ver si miran hacia atrás sujetando la puerta cuando están saliendo de la estación.

-Paso todos los días dos veces frente al anuncio de Il Centro Italiano y me acuerdo de Sabina.

-Voy leyendo y me molesta el sonido exagerado y distorsionado de los televisores del metro. “Televisores si, sonido no”

-Lo tengo comprobado. De un tiempo a esta parte, siempre que entro en el andén, el metro acaba de llegar o está a punto.