Rupturas veraniegas
Se escucha continuamente: Está demostrado que después de las vacaciones es el momento del año en el que, con diferencia, más parejas rompen. Es normal. Todos sabemos a qué se debe: Durante el año el pensamiento general es “Bastante tengo con mi mierda de curro como para encima afrontar discusiones, una ruptura, la separación de lo tuyo-mio, mudanza y, por si fuera poco, pasar una buena temporada sin sexo. ¡No, no, no! Romper durante el periodo laboral no compensa”
Por eso, porque el ser humano necesita un vaso que se desborde, se inventaron las vacaciones. Ese periodo fantástico durante el cual la pareja puede confirmar que no se aguanta y llegar al consenso de mandar la relación a hacer puñetas. Claro que entonces, además de un trabajo de mierda, las discusiones, la ruptura, la separación de lo tuyo-mio, la mudanza, y la buena temporada sin sexo tienes que sumarle el habitual trauma post-vacacional, el trabajo retrasado y unas vacaciones desperdiciadas estresantes y carísimas que te han llenado de una ira asesina.
La naturaleza es sabia.
Parejas del mundo: poned buena cara, intentad pasarlo lo mejor posible, no camufleis con aguadillas desenfadas -y ligeramente prolongadas- las ganas que tenéis de estrangular a vuestra pareja. Sed racionales y pacientes y esperad a Febrero o Marzo para cortar. Esa es una buena época pues ya han pasado las navidades, que también es un momento chungo y además tenéis otros meses para encontrar a alguien con quien sí os apetezca iros de vacaciones.
Mmmm... pues no es ninguna tontería.
Y otra cosa -ahora un poco más en serio- haced de verdad un esfuerzo por disfrutar las vacaciones en pareja. Luego se echan de menos. Y las vacaciones con amigos también. ¿Cómo será viajar uno solo consigo mismo? Os lo cuento en septiembre.
Por eso, porque el ser humano necesita un vaso que se desborde, se inventaron las vacaciones. Ese periodo fantástico durante el cual la pareja puede confirmar que no se aguanta y llegar al consenso de mandar la relación a hacer puñetas. Claro que entonces, además de un trabajo de mierda, las discusiones, la ruptura, la separación de lo tuyo-mio, la mudanza, y la buena temporada sin sexo tienes que sumarle el habitual trauma post-vacacional, el trabajo retrasado y unas vacaciones desperdiciadas estresantes y carísimas que te han llenado de una ira asesina.
La naturaleza es sabia.
Parejas del mundo: poned buena cara, intentad pasarlo lo mejor posible, no camufleis con aguadillas desenfadas -y ligeramente prolongadas- las ganas que tenéis de estrangular a vuestra pareja. Sed racionales y pacientes y esperad a Febrero o Marzo para cortar. Esa es una buena época pues ya han pasado las navidades, que también es un momento chungo y además tenéis otros meses para encontrar a alguien con quien sí os apetezca iros de vacaciones.
Mmmm... pues no es ninguna tontería.
Y otra cosa -ahora un poco más en serio- haced de verdad un esfuerzo por disfrutar las vacaciones en pareja. Luego se echan de menos. Y las vacaciones con amigos también. ¿Cómo será viajar uno solo consigo mismo? Os lo cuento en septiembre.
3 Comments:
Un post profético, amigo Dani.
Y encima, NI SIQUIERA ESTOY DE VACACIONES.
¡Qué envidia me das ahora mismo!
By txopsuey, at 9:53 p. m.
¿Y cuando no, amigo Blazquez?
¿Cuando no?
jejeje
Nota:Los mismos efectos pueden darse por estar demasiado tiempo sin vacaciones.
Ánimo!!
By Daniel S, at 2:12 a. m.
Con las variables pareja y vacaciones también existe una opción más, la de nos vamos de vacaciones por separado y a la vuelta hablamos. Y en general a la vuelta lo que hablan es que no van a volverse ni a hablar ni a ver.
By laesti, at 6:09 p. m.
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