...Solitudine...

Sumido en calendarios infinitos vago por el recuerdo de lo que fueron nuestras risas. Su eco, anómalo, creciente, me persigue como la cadena que ha atado a mi espejo tu imagen siempre de espaldas. Cada eslabón fue otrora mi dedo en tu ombligo, un despertar tranquilo, un beso desinteresado, una promesa que ahora es oscuridad, lluvia eterna, soledad multiplicada porque me faltas, aire enrarecido por suspiros de mi alma derrumbada por el golpear de las olas que son el único regalo de tu ausencia.

Qué cosas! Es que, como cada vez que me doy un paseo por la blogosfera, he alucinado con la enorme cantidad de blogs que utilizan ese lenguaje. Ay, que penita me doy y qué sola es la soledad de mi soledad más abandonada!

Almas atormentadas que publicáis en megáfono los recovecos más falsamente privados de vuestra existencia: Dejadlo ya, por favor. Dejadlo porque no estáis malditos (maldita sea) y si vais a miraros tanto el ombligo que sea al menos de una forma algo más sana o, por lo menos, algo menos tediosa.

Tim Burton, qué daño has hecho!!

Y sí, ya lo sé. Que cada uno escriba lo que quiera como quiera pero... Precisamente por eso puedo escribir esto. ¿no?