Sólo sé que sigo sin saber nada

lunes, octubre 02, 2006

Te oigo, vecino

Vivir en una casa nueva tiene sus cosas raras.

Yo aún no me termino de encontrar cómodo en la mía, lo reconozco. Poco a poco (Muy poco a poco) la voy amueblando y demás pero... aún después de tanto tiempo no logro eliminar la sensación de sentirme un poco como si estuviera de paso. ¿Porqué? Pues podría dar varias explicaciones algo abstractas y otras más concretas, como la eterna movida de la ventana tapiada que algunos conocéis. Pero la otra gran molestia de mi casa son... Los ruidos. Hay una especie de Expediente X en esto de los ruidos de mi casa.

Cuando alguien se queja de los ruidos de sus vecinos suele ser en plan “Mis vecinos es que no paran de hacer ruido!! Les odio!!” En mi caso es algo diferente. Mis vecinos no hacen nada de ruido. ¡Nada! Es como vivir en una aldea Ninja. Esto que a bote pronto puede parecer una bendición es en realidad algo perturbador porque las pocas veces en que escuchan música queda claro que las paredes de mi bloque aíslan del ruido con la eficacia de una cortina de ducha. De modo que es como si en mi bloque existiera un respeto máximo al silencio, un respeto que me arrastra. ¿Cómo voy a ser el único que pone la televisión a un volumen como para que se escuche el otro lado de la pared? El que ellos hicieran ruido me autorizaría a mi a meter ruido sin cargo de conciencia. Pero ahora sé que jamás podré poner mi sistema de sonido 5.1 a media potencia. Máxime cuando los que viven al otro lado de mi salón son una pareja joven con un bebé que, curiosamente, sólo ha llorado dos veces desde que vivo aquí. Desgraciaos. ¡¿Dónde se ha visto un bebé que no llora?! Me están haciendo la guerra psicológica.

Algo parecido me pasa con mis otros vecinos, con los cuales sólo una fina pared separa nuestros dormitorios. Cada noche les escucho con total claridad, una vez incluso (Ya muy tarde) escuché un leve suspiro. ¡Se oye todo! En especial los ronquidos, porque el tío ronca que es un placer. En esa tesitura yo decía “Verás estos cuando tengan una noche cariñosa, voy a tener que irme a dormir al salón”. Pero cual es mi sorpresa al caer en la cuenta de que jamás les he oído hacer nada de eso. Una vez más pienso, “¿Joder, y el día que yo...” Bueno, no voy a seguir por ahí que me entra la risa floja!!

El caso es que... ¡ya ves!
Ojalá mis vecinos fueran más silenciosos con la tontería de la ventana y algo más ruidosos en lo cotidiano.

(Con voz cascada) ¡Bienvenidos al mundo de lo inquietanteeee!!

8 Comments:

  • ----Una vez más pienso, “¿Joder, y el día que yo...” ----

    Cuando llegue ese día, lo sabras, pequeña Sue, lo sabrás...

    BWA HA HA HA!!
    Siempre quise decir algo así.

    Pues tío, tu a saco. En mi bloque también tengo apuro y ya me he quitado la vergüenza. A ciertas horas y en ciertos momentos, todo el mundo es güeno. Se respetuoso y ya está. Pero no te agobies!

    Eso sí, no soporto los ronquidos a través de paredes. Me pongo enfermo, así que te acompaño en el sentimiento.

    By Blogger Galahan, at 11:04 a. m.  

  • "Lo sabrás, pequeña Sue??"
    ¿Qué frase de viejo con un caramelo en la mano es esa?

    :-D

    By Blogger El Autor, at 11:09 a. m.  

  • No es un caramelo, niña...

    En fin, basta ya! Acabemos con esta farsa!

    By Blogger Galahan, at 10:16 a. m.  

  • Dani, te ha costado mucho encontrar esa casa y reformarla... Quizá te merezcas un descanso. Unos vecinos silenciosos es probablemente una de las mayores bendiciones que puede recibir una persona. Me imagino a las hadas madrinas de la Bella Durmiente cuando fueron al bautizo a llevarle regalos y buenos deseos: "Tendrás una vida próspera y feliz, saludable y amorosa... y unos vecinos sigilosos que no te molestarán". O al contrario, en el Génesis, cuando Dios descubre que Adán y Eva han comido del fruto prohibido, junto al "parirás con dolor" y "ganarás el pan con el sudor de tu frente", el ángel exterminador que tenía al lado le sopló: "y que tengan unos vecinos escandalosos". Si no figura en la Biblia a lo mejor es porque a Dios le pareció demasiado o porque el editor (el productor ejecutivo de los escritores, para que nos entendamos), dijo: Esto está muy largo, hay que dejarlo en una página.

    En fin, Dani, que no te agobies y lo disfrutes. Ya darán golpes en tu pared con el palo de la escoba si hace falta, pero hasta entonces, tú tranquilo.

    By Blogger Álvaro, at 10:45 a. m.  

  • Je, je, je...no sabes como me alegra que te cortes en subir la tele...quizá ahora me comprendas y me pidas perdon por tantos años de : "Jo Cris, pero subelo, que está bajiiisimo!!!"
    Cris

    By Blogger Cuadritos de colores, at 3:56 p. m.  

  • No, Cris.

    Yo no pongo la tele alta, pero es que no sé si tu tendrás muy alto el volumen de tu WhisperXL que... Siempre que voy a tu casa maldigo el que las teles no se decidan a poner subtítulos en sus programas.

    By Blogger El Autor, at 4:00 p. m.  

  • Si tienes teletexto y pulsas 888 muchos de los programas y casi todas las películas tienen subtítulos, o sea, que no maldigas

    By Anonymous Anónimo, at 5:15 p. m.  

  • El otro día leí este post y no se podían poner comentarios. Así que aquí vuelvo. También en mi casa se oyen ronquidos a través de las paredes, bueno hay otros que no llegan a través de las paredes, pero por lo menos con esos al que los produce le puedes hacer lo de tsk, tsk.

    Como dice Álvaro, es decir, Battiato: "Unos vecinos silenciosos es probablemente una de las mayores bendiciones que puede recibir una persona". Qué más quisiera yo. El pájaro de la vecina (y es literal) me tiene frita. Lo peor es que yo estoy todo el día aquí porque suelo currar desde casa y tengo que aguantar ruidos las 24 horas.

    By Anonymous Anónimo, at 9:37 p. m.  

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