Querido, diario... bla bla bla bla
El otro día descubrí que una amiga mía escribía un diario.
Es raro,y más a esta edad, encontrar a alguien que mantiene la costumbre de escribir un diario. Lo sé porque yo mismo escribí varios y, como ocurre con casi todo lo que empiezo, acabé dejándolo. Cuando escribí el primero debía tener unos 9 años. De pronto, un día, lo quemé. Aún recuerdo algunas de las cosas que comentaba y lamento haberlo perdido, qué le vamos a hacer. Años después volví a escribir (con unas faltas de ortografía escandalosas) y logré ser algo más constante. Escribí en total cuatro cuadernos, de los que sólo falta el quemado en algún lugar de un descampado de fuenlabrada. De cuando en cuando les echo un vistazo a los tres supervivientes, y nunca puedo leer más que un par de hojas. Me resulta violento, como si ni siquiera fuera mío, como si leyera los pensamientos de otra persona.
Y es que leer un diario es enfrentarte a que Ortega y Gasset (los dos) tenía toda la razón cuando dijo aquello de "Yo soy yo y mi circunstancia" mirar aquello es descubrir que quería -e incluso amaba- a gente a la que ya no he vuelto a ver. Y no sólo eso, de algunos incluso me había olvidado y ahora, al leer sus nombre en voz alta, vienen de pronto mil recuerdos “¡Joder, David Velazquez! ¡El Félix! ¡Fanny! ¡Elena!” Tendemos a recordar los grandes acontecimientos, pero un diario nos permite darnos cuenta de que lo verdaderamente entrañable es lo cotidiano. También es curioso ver cómo nos distanciamos de nosotros mismos, esos recuerdos ya no están en nuestra cabeza, aparecen como proyectados en una pantalla y a poco que nos esforcemos podemos incluso vernos desde fuera a la hora de recordar. Hemos dejado de ser protagonistas de ese momento para ser espectadores. Pero supongo que eso hace que seamos más objetivos (o magnánimos) y podamos incluso sonreír al recordar las putadas que nos hacía tal o cual compañero, o la chica que nos había roto el corazón. Parece que nada ocurrido hace 15 o 20 años tenga importancia, pero, evidentemente, la tiene. Aunque su importancia sea recordarnos que la importancia de las cosas es relativa. Y recordarnos que, durante X tiempo, en tal o cual lugar, éramos otra persona diferente, con unas prioridades diferentes gustos diferentes y amigos diferentes.
Y eso que dicen que sólo se vive una vez.
Es raro,y más a esta edad, encontrar a alguien que mantiene la costumbre de escribir un diario. Lo sé porque yo mismo escribí varios y, como ocurre con casi todo lo que empiezo, acabé dejándolo. Cuando escribí el primero debía tener unos 9 años. De pronto, un día, lo quemé. Aún recuerdo algunas de las cosas que comentaba y lamento haberlo perdido, qué le vamos a hacer. Años después volví a escribir (con unas faltas de ortografía escandalosas) y logré ser algo más constante. Escribí en total cuatro cuadernos, de los que sólo falta el quemado en algún lugar de un descampado de fuenlabrada. De cuando en cuando les echo un vistazo a los tres supervivientes, y nunca puedo leer más que un par de hojas. Me resulta violento, como si ni siquiera fuera mío, como si leyera los pensamientos de otra persona.
Y es que leer un diario es enfrentarte a que Ortega y Gasset (los dos) tenía toda la razón cuando dijo aquello de "Yo soy yo y mi circunstancia" mirar aquello es descubrir que quería -e incluso amaba- a gente a la que ya no he vuelto a ver. Y no sólo eso, de algunos incluso me había olvidado y ahora, al leer sus nombre en voz alta, vienen de pronto mil recuerdos “¡Joder, David Velazquez! ¡El Félix! ¡Fanny! ¡Elena!” Tendemos a recordar los grandes acontecimientos, pero un diario nos permite darnos cuenta de que lo verdaderamente entrañable es lo cotidiano. También es curioso ver cómo nos distanciamos de nosotros mismos, esos recuerdos ya no están en nuestra cabeza, aparecen como proyectados en una pantalla y a poco que nos esforcemos podemos incluso vernos desde fuera a la hora de recordar. Hemos dejado de ser protagonistas de ese momento para ser espectadores. Pero supongo que eso hace que seamos más objetivos (o magnánimos) y podamos incluso sonreír al recordar las putadas que nos hacía tal o cual compañero, o la chica que nos había roto el corazón. Parece que nada ocurrido hace 15 o 20 años tenga importancia, pero, evidentemente, la tiene. Aunque su importancia sea recordarnos que la importancia de las cosas es relativa. Y recordarnos que, durante X tiempo, en tal o cual lugar, éramos otra persona diferente, con unas prioridades diferentes gustos diferentes y amigos diferentes.
Y eso que dicen que sólo se vive una vez.
4 Comments:
El post de hoy de sakura también habla de la gente que uno deja en el pasado. ¿Qué os ha dado a todos hoy? ¡Vuelve a la comedia, Dani!
By Álvaro, at 12:10 p. m.
Quieres comedia?
Subo un nuevo post en unos segundos.
:-P
By El Autor, at 12:24 p. m.
Yo también intenté escribir diarios diversos varias veces y todos acabaron en la basura después de que, años después, me dieran ataques de invasión de la intimidad conmigo misma.
De todos modos hace poco me pasó lo opuesto. Haciendo limpieza en casa de mi madre, descubrí un cuento que había escrito allá por el 93 y me pareció que estilo y el tema eran muy míos. Por una parte de hizo ilusión y por otra pensé, ¿es que no has aprendido nada en 14 años?
Conclusión: es mejor no releerse a uno mismo.
By laesti, at 7:01 p. m.
Lo que tiene mérito es escribir un diario a mano, desde luego. En lugar de ser moderno y escribir un blog donde compartirlo con la humanidad.
Yo lo que sí hacía era guardar los e-mails en archivos txt por día durante los inicios de Internet en el Armanverso, hace unos 12 años. Lo cierto es que después he revisado alguno y lo he flipado bastante. Aunque sigo siendo más o menos el mismo, algo he evolucionado después de todo.
Pero después, subido el número de destinatarios, por lo general la trascendencia del contenido, y llevado por la falta de tiempo, dejé de hacerlo.
Ahora, aunque me dé pena borrar mensajes de gente que se ha acordado de mí (SMS incluído), es inevitable que no los guarde (aunque ya veré si guardo algunos importantes para torturarme). Viviendo atrapado en el pasado (los 80) como lo hago yo, he llegado a la conclusión de que es mejor vivir el presente.
Ahora veo "Mazinkaiser" en lugar de "Mazinger-Z". Gran avance.
By Anónimo, at 10:49 a. m.
Publicar un comentario
<< Home